Las Cortes celebran con frialdad los 40 años de autonomía

David Alonso
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Carlos Pollán apela en el único discurso de la jornada a la concordia entre quienes piensan diferente y ensalza la historia y el patrimonio de Castilla y León: «Somos los herederos de un largo pasado»

El presidente de las Cortes, Carlos Pollán, interviene ante el hemiciclo durante el acto del cuarenta aniversario del Estatuto de Autonomía de Castilla y León. - Foto: Rubén Cacho (Ical)

El atenazador frío que se respiraba en los exteriores de las Cortes de Castilla y León durante la gélida mañana vallisoletana de este viernes se trasladó al interior de la Cámara en la conmemoración del cuarenta aniversario del Estatuto de Autonomía. Doce minutos de discurso y el posterior ágape sostuvieron la celebración de las cuatro décadas de autogobierno regional. La falta de consenso en un Parlamento autonómico cada vez más dividido y atrincherado impidió la tradicional entrega de la Medalla de las Cortes, y limitó el evento a la intervención del presidente Carlos Pollán, que justo antes de arrancar su intervención, pero ya con el micro abierto, desvelaba a la vicepresidenta segunda de la Mesa de las Cortes, la socialista Ana Sánchez, que su discurso iba a durar «doce minutos». Dicho y hecho. 

Ante una nutrida representación de la clase política, social, económica y militar de Castilla y León, el presidente de las Cortes aprovechó su primer discurso en la efeméride del Estatuto para hacer un llamamiento a «dignificar la política», y apremió a que, más allá de las «legítimas discrepancias» entre los grupos políticos, los procuradores deben «aceptar» y «respetar» los resultados electorales de 2022, en referencia a la coalición fraguada por el PP y Vox. «Nunca nos olvidemos de por qué estamos aquí y para qué, a quién servimos», continuó Pollán, que durante su discurso agradeció la presencia de las distintas personalidades y «especialmente» de la Guardia Civil, cuerpo al que Vox quería entregar la frustrada Medalla de las Cortes. «Somos herederos de un largo y provechoso pasado que empieza no hace 40 años, ni un siglo, sino mucho más atrás», continúo el presidente del Parlamento, que reivindicó los Decreta de León como la primera representación en 1188 de un órgano de representación y la historia común de leoneses y castellanos no solo a través de su historia, sino de los monumentos patrimonio de la Humanidad o del fuero de Brañosera.

«Creo que solo desde una colaboración sincera, sin filibusterismos políticos de ninguna índole, conseguiremos revertir la situación», apuntilló después de once convulsos meses de cruces de acusaciones entre Gobierno y oposición, con el propio Pollán de por medio en múltiples ocasiones. «Viva Castilla, Viva León, Viva España y Viva el Rey». Cuatro vítores que cerraron los doce minutos de discurso y fueron precedidos de un largo aplauso del hemiciclo, al que no se sumaron los procuradores de PSOE, Podemos, Cs y Por Ávila.