J.J. Vaquero asegura que la forma de hacer humor está cambiando. Apunta a que la gente joven apuesta por espectáculos en los que se interactúa con el público en lugar de escuchar solo un monólogo por parte del cómico. Y remarca que no se ve haciendo este tipo de actuaciones. 

El cómico vallisoletano regresa a los escenarios acompañado de Carlos Luna, un artista total de Benidorm que sube a las tablas del teatro como humorista drag y que también practica la hipnosis. Compartirán show, aunque asegura que será durante una comida en la que disfrutarán de un buen lechazo cuando acuerden cómo interactuarán sobre el escenario. "Haremos algo juntos, pero le mentiría si le dijera que va a estar preparado", afirma. Luna hace un espectáculo gamberro y encajará con el humor que hace J.J. Vaquero.

¿Hará un espectáculo gamberro?

Digo que soy gamberro porque soy mal hablado. Pero al final como no sé inventarme nada hablo de lo que me pasa en la realidad. Hablaré de mis cosas, las cosas de Vaquero con el humor de Las Delicias.

Hace humor con lo que le ocurre en su vida, pero no todo lo que nos pasa puede ser humor ¿o sí?

No, claro que no. Lo que se puede hacer es buscarle el punto de vista gracioso a las situaciones. La muerte no es graciosa, pero no me gustaría llevar una vida que luego estén mi tanatorio velándome y contando anécdotas mías y que no haya carcajadas. Yo quiero generar eso, que cuando la gente se acuerde de mí, se ría.

Creo que se le puede encontrar el punto de vista del humor a casi todo, no a todo. También le digo que se puede hacer humor de todo, pero no es necesario… Sobre todo si tienes el talento justo como yo…

Es que estamos en esa sociedad de lo políticamente correcto. ¿Se puede hacer humor en este contexto?

El humor en directo, sin ningún problema. El humor en los medios, ha que tener cuidado. El humor en redes, no sales vivo da igual lo que digas. Un chiste digamos que pueda ser complicado o toques un temas difícil, en directo no va a dar problemas. Pero un chiste que no tenga problemas por ningún lado, en Twitter se te puede complicar muchísimo. Depende del contexto.

Si he tenido una movida gorda, ha sido porque han grabado un trozo del espectáculo y lo han colgado en Twitter y, entonces, fuera de contexto eso sonaba a otra cosa porque no está lo he dicho antes ni después. ¿Qué hay que hacer? Esperar a que juegue el Madrid contra el Barça y que se olviden de ti. Y si el árbitro se equivoca en un penalti, no se acuerdan ni de tu nombre.

Pero, ¿de dónde saca la inspiración para los espectáculos? No pasan tantas cosas que puedan hacer gracia.

Nos pasan cosas graciosas aunque crea que no. El otro día estuve en Blacklladolid con una invitación de César Pérez Gellida para hablar de sexo y tuve que buscar porque no es un tema que controle para nada, pero es que el otro era la literatura y no me quedaba otra que hablar de sexo. Entonces me puse a pensar cosas que me habían pasado… Pensé en mi primera vez, que fue en un pinar de aquí y en ese pinar hay ahora pisos y no puedo ni ir a recordarlo. Y pensé que me había pasado 'el completo', es decir, me han pillado viendo porno y yo les he pillado a ellos… Y una vez teniendo relaciones en el coche, me apareció un mirón en la ventana. Pues al final me han pasado cosas. Creo que a la gente le pasan cosas, lo que pasa que cuando no trabajas de esto pues no le das importancia o no tienes por qué abrir un documento de Word y apuntarlo para ver cómo lo cuentas. Pero a la gente le pasan muchas cosas. ¿No cree?

No me parece mi vida nada graciosa…

Bueno, pero si se levanta y da con el pie una patada a la cama y no puedes chillar porque son las 4.00 horas de la madrugada y te gustaría tener una bolsa para chillar y luego abrir la ventana para echarla… Y piensas que solo me pasa a mí, pero no es así. A esa hora, sin salir de la ciudad se están dando cuatro o cinco con la pata de la cama.

También es verdad que se falla. Hay veces que digo que esto que me pasa a mí lo voy a contar y luego 400 personas te miran en silencio. Es raro.

¿Le ha pasado?

Sí, claro que me ha pasado. He contado que escribiendo en el WhastApp he puesto 'lis' en lugar de 'los' y la gente se ha reído. Pero también he contado: "¿No habéis querido enviar un mensaje guarro a tu mujer y se lo habéis enviado a vuestra suegra?". Y me han mirado todos raro y he dicho: "Pues soy el único".

¿Cómo ve el panorama del humor? Hay muchos cómicos contando estas historias comunes a través de sus monólogos.

Pero, ¿no cree que nos han dejado a los veteranos con ese tema para nosotros y la gente joven ha evolucionado a otra cosa? Lo están haciendo muy bien interactuando con el público. Ahora hay un tipo de humorista que vende muchas más entradas que nosotros porque está mucho más de moda y es normal, que ya no se dedica al monólogo. Le han dado una vuelta y ahora están en ver qué es lo que le pasa a la gente, al público, e improvisan con eso. En este punto están Juan Dávila o Galder Varas, podría decir muchos nombres. Son gente que está vendiendo muchísimas entradas y los monologuistas nos hemos quedado como 'old school' (vieja escuela).

El monologista que nace ahora no hace lo mismo que hace Goyo Jiménez, Luis Piedrahita o Leo Harlem. Hacen otro tipo de monólogo que es lo que está pidiendo la juventud. La observación sobre la vida y contar lo que me pasa a mí y el público se ríe o no, pero yo no voy a preguntar nada al público. Ahora mismo la gente que sale no va por esa línea. Puede que esto haya pasado porque ya hay demasiados monologuistas. Ha sido de una forma natural.

Juan Dávila lleva haciendo su espectáculo como 18 años y le iba normal. Pero de repente eso se ha mezclado con la juventud, con hacer comedia diferente y con las redes y ha explotado. También creo que los humoristas nuevos no van por la línea del monólogo clásico pero que los humoristas de antes más nos vale no reciclarnos porque no creo que lo vayamos a hacer bien.

Entonces, ¿dónde se ve dentro de unos años?

Me veo haciendo monólogos. Yo hace mucho que no hago un espectáculo nuevo como tal. Voy incorporando cosas nuevas. De hecho, le llamo Vaquero y no le pongo ningún título al espectáculo para no ponerme una puerta y así tener todo abierto. De esta forma puedo contar todo lo que yo quiera. Si me has visto hace seis meses, no vayas a verme, pero si fuiste hace más tiempo, ven a verme porque vas a ver cosas nuevas y, de las antiguas ya no te acuerdas… Iré puliendo lo que tengo y mejorando y metiendo cosas actuales. Actuaré en todas las casas de cultura y cuanto más cerca de mi casa, mejor. Esto es lo que pienso para los años que vienen.

De momento, se le podrá ver este viernes 12 de octubre en el Teatro Cervantes junto a Carlos Luna.