Preocupación en Mantería tras el asalto a una joyería

Javier M. Faya
-

Los vecinos y los comerciantes de la zona siguen conmocionados 24 horas después de un violento atraco ocurrido en el establecimiento Miguel Ángel, cuya dependienta fue atacada por tres hombres con gas pimienta

La joyería Miguel Ángel. - Foto: Jonathan Tajes

Poco a poco, los vecinos y comerciantes de la calle Mantería de Valladolid, concretamente los que rodean la joyería Miguel Ángel, en el número 24, van recuperando la calma. Han pasado 24 horas desde que este pequeño negocio fuera asaltado por tres encapuchados que utilizaron gas pimienta contra la dependienta que estaba trabajando a eso de las cinco de la tarde allí, rompiendo las vitrinas y llevándose el botín en varios sacos. La persiana, llena de grafiti, está bajada y junto a ella hay un cartel con el horario escrito a mano.  

"Vengo de un país donde se producen atracos de forma violenta cada día, pero nunca había visto uno. Y ha tenido que ser en España donde he sido testigo de uno", confiesa visiblemente nerviosa la joven dominicana que atiende el comercio de bisutería ubicado justo enfrente del que se produjo el robo. Le cuesta revivir un suceso que empezó cuando se produjo un grito desgarrador. "Estaba sola, corrí hasta la puerta y los vi. Eran tres atracadores, con gorras y mascarillas blancas... Me quedé en 'shock'. Tardaron tres minutos, no sé. Fui inmediatamente al estanco que hay al lado y avisé al dueño, y en ese momento salían. Me volví a la tienda y giré la cabeza para que no se fijaran en mí", añade temblorosa al tiempo que parece recordar que alguien le dijo que en mayo ya se había producido otro asalto. "El dueño de la cadena tiene dos o tres tiendas, creo, y ya hubo dos o tres intentos de robo, uno en una que tiene en la calle Real de Burgos", señala una vecina de la zona, que acaba de recibir la noticia, ya que ayer estaba en León. Se queja de que "cada vez hay menos Policía Local". "Estamos abandonados a nuestra suerte. Hay menos médicos, menos profesores, menos policías... Se jubila un agente y no lo reemplazan. El sentido común es el menos común de los sentidos", sentencia.  

De similar opinión es Sergio Pérez, el dueño del estanco, que cree que "no estaría mal que hubiera cámaras controlando la calle" mientras subraya que hace unos meses robaron en la tienda de ropa de al lado, aunque solo una prenda: "Pregunta a la chica, veras lo que te dice". Se considera afortunado de que no se hayan fijado en él los ladrones. De momento. 

Mientras, otro vecino, que vive al lado de la joyería, denuncia que "se ha bajado el pistón" en lo que a seguridad se refiere. Y aprovecha para denunciar que te pueden pasar "como locos tres en patinete justo al salir de casa". 

Ayer tuvo suerte porque el asalto le cogió lejos, en Madrid, y quizás por eso asegura que no tiene miedo. Sí la joven dominicana, que confiesa seguir aterrorizada: "Mira, ¡esto está muy solo! No hay nadie. ¿No lo ves? ¿Qué hora es?". Y la calle Mantería aparece fantasmalmente vacía.