Valladolid no está a la cabeza de los destinos turísticos en Castilla y León, donde tienen un lugar privilegiado las ciudades patrimonio, pero su Ayuntamiento lleva años trabajando para revertir esa situación. Se apuesta por la creación de una marca de ciudad potente y por generar nuevos atractivos, además de las citas ya clásicas, para «colocarla en la posición competitiva». Así se recoge en el nuevo plan estratégico 2024-27, que se presentó hace unas semanas, y que se fija conseguir el 25% de crecimiento de viajeros, incrementar la estancia media un 10% y un 37% las pernoctaciones.
Este plan toma el relevo del aprobado para el cuatrenio anterior, condicionado por las restricciones de movilidad obligadas por la covid-19. La pandemia cortó de raíz la consolidación de la capital como destino turístico, que consiguió superar en 2016 la barrera de los 400.000 visitantes y que en los tres años siguientes superó los 450.000. Un hito que se firmaba tras hacer lo propio en 2006 con la de los 300.000. Un crecimiento sostenido durante casi tres lustros, que se cortó de raíz en 2020 cuando los visitantes bajaron a poco más de 155.000. Una cifra que se había recuperado progresivamente para marcar 408.965 en 2022 y 409.854 el año pasado. «La estrategia ya había llegado a un tope», apunta la concejala de Turismo, Eventos y Marca Ciudad, Blanca Jiménez. «Hace 20 años no éramos una ciudad turística, no estábamos dentro de los ranking. Se hizo una apuesta por poner a Valladolid en el mapa turístico. Es algo que se ha trabajado muy bien», reconoce.
Esta Concejalía, que también es responsable de la Sociedad Mixta de Turismo, prepara ahora acciones para volver a las cifras prepandemia, pero también para mejorar pernoctaciones. El año pasado las de españoles, que suponen más del 80% de los visitantes, bajaron un 0,8%, mientras que las de foráneos subieron un 2,6%, según los datos del Observatorio Turístico del Ayuntamiento de Valladolid. Una tendencia que no mejoró en enero de este año, cuando los visitantes bajaron un 5,54% respecto al mismo mes de 2023, aunque las pernoctaciones crecieron un 7,14%. En febrero volvió a la senda positiva, con una subida del 5,9% en viajeros y un 6,6% en pernoctaciones, inicialmente atribuible al efecto de los Goya.
Albergar la gala de los premios Goya, celebrada el 10 de febrero, se consideró toda una prueba de fuego para demostrar que Valladolid está capacitada para organizar grandes eventos aunque no disponga de una infraestructura permanente. De hecho, obligó a construir un auditorio efímero para 3.000 personas.
impacto económico. La gran cita del cine español dejó 9,9 millones de euros de impacto positivo neto en empresas y servicios locales, de los que 910.000 euros se consideran repercusión directa, según un estudio de la Cámara de Comercio. Aunque fue necesaria una inversión previa del Ayuntamiento, incluida una ayuda del gobierno autonómico, de casi siete millones de euros. Este evento es uno de los 300 eventos previstos para este año, de los que 170 serán congresos.
Este sector es uno de los que se quiere potenciar desde hace años y en el que incide el nuevo plan porque los visitantes que atrae suman al menos dos días de pernoctación y un gasto medio superior a los 250 euros. En este sentido, los congresos médicos o del sector sanitario son los más numerosos y los que más impacto generan en la ciudad. En las próximas semanas se celebrarán cuatro. Además, este mismo mes la capital acogerá también las jornadas nacionales de Justicia Gratuita. Estos cónclaves generan un gasto por asistente muy superior al que realizan los turistas, que en 2023 fue de 74,98 euros frente a los 92 del año anterior. La concejala de Turismo lo explica por la retracción en el consumo, aunque en el caso de los que llegan vinculados a eventos deportivos subió de los 44,53 euros de 2022 a los 53,12 del pasado año.
La estadística municipal distingue entre los gastos de los excursionistas, que son el visitante de día que no pernocta. En este caso, el año pasado fue de 38,32 euros, lejos de los 53,67 de 2022. Si se analizan los viajeros, que son las personas que realizan una o más pernoctaciones seguidas en el mismo alojamiento reglado, el gasto también bajó: pasó de los 126,4 euros de hace dos años a los 112,66 del pasado. Los que menos dejan en la ciudad son los turistas que pernoctan en los alojamientos no reglados. El desembolso medio desciende a los 34,26 euros, y es estable ya que en 2022 fue de 35,04 y en 2021 era de 37,38 euros.
Perfil
El grueso de los visitantes que llegan son turistas (49,85%) y uno de cada tres son excursionistas. «Tenemos un tipo de turista, que también nos interesa mucho, que es el que viene y se va. No queremos perderlo porque estamos muy bien posicionados para tenerlo; se ha visto en Semana Santa, donde las cancelaciones por el mal tiempo se compensaron por las activaciones de última hora. Es decir, el fin de semana ha venido gente y se quedaron en los hoteles», recalca la edil. Por eso se apuesta por consolidar como destino de 'city break' (escapada de fin de semana).
Los datos de observatorio también indican que el 52,85 de los visitantes llegan por ocio y turismo, mientras el 33,5% son congresistas. El tirón cultural se ha notado mucho en las estadísticas de visitas a los museos. En este caso, los museos municipales tuvieron un 21,05% más de visitantes y las salas de exposiciones registraron un crecimiento del 14,27%. La subida porcentual más alta se registró en los museos autonómicos, en concreto en el Museo de Valladolid; pero los que tienen una cifra más alta de entradas son los estatales, con el Museo de Escultura a la cabeza.
Por contra, llama la atención la caída en el número de usuarios del bus turístico del Ayuntamiento, que solo atrajo a 5.752 usuarios. En este sentido, los fondos europeos facilitarán que el próximo año se pueda estrenar un nuevo vehículo eléctrico, que sustituirá al actual que tiene más de 20 años. El año pasado también descendieron los turistas que compraron la Valladolid Card, de 9.110 a 6.890. Esta tarjeta da acceso al bus turístico y a los museos de la ciudad, entre otros beneficios.
Recursos
En el nuevo plan destaca el denominado «nodo turístico ampliado» 'Valladolid Ciudad del Renacimiento' que quiere aprovechar la coincidencia en los próximos años de conmemoraciones de eventos relevantes que sucedieron en Valladolid, como el 475 aniversario de la Controversia de Valladolid en 2025 ó el V Centenario del nacimiento de Felipe II en 2027.
Otro eje será el desarrollo del proyecto del Centro de Cultura del Vino en el antiguo de las Catalinas, que estará lista a mediados de 2026. «Este proyecto marca un antes y un después. Queremos que la ciudad sea el epicentro del enoturismo y realizaremos más acciones vinculadas con esto, como el desarrollo de la marca Wine Fest, que este año se asociará al Cosquin Rock». Pero no se dejará de lado la potencialidad de ser ciudad creativa de la Unesco y se mantendrá la apuesta por el turismo idiomático.