El Consejo de Europa ha inaugurado en Kiev su oficina del Registro de Daños causados por la invasión rusa en Ucrania, una instancia internacional que pretende servir para dejar constancia de quejas y reclamar una compensación a Moscú.
La inauguración se ha llevado a cabo durante una visita a la capital ucraniana del actual presidente del Comité de Ministros del Consejo de Europa, el ministro de Exteriores de Liechtenstein, Dominique Hasler, y la secretaria general, Marija Pej?inovi? Buri?, anunciada este sábado por la organización.
En un comunicado, el Consejo de Europa destaca que la puesta en marcha del Registro de Daños "es un esfuerzo internacional significativo para construir un primer y necesario paso para un mecanismo de compensación que corrija las consecuencias de la agresión rusa a gran escala contra Ucrania y su pueblo".
Para la secretaria general, "siempre ha estado muy claro" que esa oficina tenía que estar en Kiev, puesto que "es en Ucrania donde se están cometiendo estos crímenes y donde se está produciendo el daño. Y es en Ucrania donde tiene que haber una presencia proactiva en el proceso de recuperación de pruebas".
Hasler, por su parte, insiste en que el Comité de Ministros, el órgano de toma de decisiones de los 46 países miembros, sigue "comprometido para ayudar a Ucrania en la lucha por su libertad y por la justicia y para que la Federación rusa rinda cuenta por los crímenes que está cometiendo en Ucrania".
Con el Registro de Daños, el propósito es establecer una plataforma digital para recoger las denuncias de muertes, torturas, violencia sexual, heridas, desplazamientos forzados de personas, pérdidas económicas o de propiedades, desperfectos en bienes históricos o culturales o daños medioambientales.
Creada a iniciativa del Consejo de Europa para tener un fichero lo más completo posible elaborado con unos procedimientos estandarizados, su misión no es examinar y evaluar las demandas, y todavía menos imponer pagos de indemnización, que corresponderían a un mecanismo de compensación que se tendría que crear de forma separada mediante un instrumento internacional.
Durante su desplazamiento a Kiev, Pejcinovic Buric y Hasler fueron recibidos por el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, y por su ministro de Exteriores, así como por otras personalidades.
Con Zelenski, la reunión se centró en la acción en marcha de la acción del Consejo de Europa para dar cuenta de los crímenes cometidos por Rusia en Ucrania y en la deportación ilegal o la transferencia forzada de niños de Ucrania a Rusia.
El programa en Ucrania de los dos altos dirigentes del Consejo de Europa incluía igualmente un desplazamiento a Bucha para ser testigos de las consecuencias allí de la invasión rusa y rendir tributo a las víctimas que hubo en esa ciudad durante la ocupación rusa en las primeras semanas de la invasión que comenzó el 24 de febrero de 2022.
Rusia formaba parte del Consejo de Europa, pero fue expulsada en marzo de ese año precisamente en respuesta por esa invasión.