La consejera de Movilidad y Transformación Digital, María González Corral, solicitó esta semana al Administrador de Infraestructuras Ferroviarias, Adif, que libere los terrenos que Renfe ocupa y los ponga a disposición de la Sociedad Valladolid Alta Velocidad (VAV) para «poder ejecutar la nueva estación de autobuses de Valladolid», prevista en el convenio de la integración ferroviaria, que se firmó en 2017. 

Una petición que está condicionada por diversos problemas burocráticos, que no solo afecta a este proyecto sino a toda la operación  de venta del suelo de los antiguos talleres de Renfe. Y es que casi cuatro después del traslado a la nueva base en el Páramo de San Isidro, el Ayuntamiento no ha conseguido  resolver la ordenación de este sector para ceder la propiedad a la Renfe y obtener a cambio el solar de Farnesio. Un terreno que tiene que ser descontaminado y que luego será cedido a la sociedad pública VAV.

reunión vav. Los tres consejeros del Ayuntamiento y el de la Junta de Castilla y León en la sociedad pidieron en diciembre una reunión del Consejo de Administración, que todavía no se ha convocado. En el mismo se quiere tratar la recuperación del proyecto del soterramiento, pero también el de la permuta de estos suelos, que es básica para la nueva estación.