David no murió de un mal golpe en la cabeza en el transcurso de una discusión mal encarada. Su cadáver presentaba también unas lesiones de arma blanca que encaminan la investigación hacia una evidente muerte violenta a la que ahora toca buscarle móvil. ¿Se produjo una pelea fortuita o fue un crimen planificado? ¿Cabe la hipótesis de un ajuste de cuentas? Son preguntas que están en la mesa de unos investigadores que no lo tendrán fácil, porque saben que el homicida de este joven de 18 años contó con la complicidad del silencio sepulcral de una noche de confinamiento. 
A falta de testigos, los agentes de la Unidad de Policía Judicial de la Guardia Civil de Valladolid buscan pruebas entre las grabaciones de las cámaras de seguridad de la zona y enemigos entre los testimonios de los amigos de David, que ya han ido pasando por el cuartel a prestar su declaración y entre los que se rastrean posibles pistas. Las sospechas de centran en el entorno de la víctima.
La primera inspección hecha al cadáver de David H.S. apuntaba a que tenía un golpe en la cabeza, que fue lo que relató el testigo que se le encontró a las 7.43 horas del jueves, si bien el cuerpo también presentaba al menos dos lesiones de arma blanca en el cuerpo, lo que sitúa ya el crimen de Laguna en el ámbito del homicidio; el golpe de la cabeza, según detallan fuentes cercanas al caso a este periódico, lo tenía en la parte frontal, en la cara. David sufrió, por tanto, un mínimo de tres ataques. El subdelegado del Gobierno, Emilio Álvarez, ya apuntaba esta línea unas horas después del hallazgo: «Presenta síntomas de que había podido sufrir algún tipo de violencia, tenía un fuerte golpe en la cabeza y hay un derramamiento de sangre», decía.

La autopsia realizada esta mañana confirma "la muerte violenta", al presentar "varias heridas de arma blanca y golpes, uno muy fuerte en la cabeza", según detallan desde la Subdelegación del Gobierno.

NO HA APARECIDO EL ARMA

La Guardia Civil no ha localizado el cuchillo, pese a que efectuó una minuciosa búsqueda en el entorno del parque en el que apareció el cuerpo, junto al polideportivo, en la avenida de Las Salinas, cerca de la laguna; la búsqueda se podría extender al agua.
David H.S. iba sin DNI y, en un principio, se estimó que tenía solo 15 años, «por su cara aniñada», tal como explican estas fuentes, si bien tenía ya 18. Además, era un joven bastante conocido en Laguna por sus vínculos con el mundillo de la hostelería local. Así, sus padres regentaron hasta hace unos meses el Manhattan, un conocido bar del municipio, del que David se llegó a hacer cargo por las tardes. Luego, tras traspasarlo, trabajó en algún otro local.