El Hospital Universitario Río Hortega acaba de realizar, por primera vez con éxito en la Comunidad, la extracción de un corazón en parada cardiorrespiratoria para utilizarlo posteriormente en un trasplante. Una técnica conocida como donación por muerte en asistolia que solo se había intentado, sin éxito, una vez en la Comunidad. Concretamente, en un hospital de Burgos.
La operación se produjo el pasado mes de noviembre y contó con la supervisión de personal del Hospital Clínico Universitario Virgen de la Arrixaca de Murcia, quienes se llevaron el órgano para completar allí la donación. Se trata de un centro hospitalario con mucha más experiencia en este tipo de intervenciones. De hecho, fue en julio de 2020 cuando la hicieron por primera vez allí y, por segunda vez en España, ya que la primera se había realizado cinco meses antes en el Hospital Universitario Puerta de Hierro de Madrid.
La mayor parte de las donaciones de corazón se producen después de fallecimientos por muerte cerebral. No obstante, en los últimos años se ha desarrollado con mucho éxito un nuevo sistema: la donación en asistolia, conocida coloquialmente como donación a corazón parado. La Organización Nacional de Trasplantes (ONT) explica que es la que se produce cuando «el fallecimiento de la persona no viene determinado por la pérdida irreversible de la función cardiaca, sino por la pérdida irreversible de la función circulatoria (y respiratoria)». Una situación a la que los pacientes pueden llegar por muchos caminos. Desde una muerte súbita a una parada cardiaca con técnicas de reanimación que no resultan exitosas.
En el caso de la donación en asistolia controlada, al paciente se le aplica limitación del tratamiento de soporte vital tras el acuerdo entre el equipo sanitario y los familiares o representantes del enfermo. Es el caso de lo que sucedió hace poco más de un mes en el Río Hortega. «Una vez certificada la muerte del donante, se conecta este a una máquina que actúa de pulmón y corazón, de manera que le llega artificialmente sangre oxigenada al corazón, y tras asistirlo un rato, lo recuperamos», explica el jefe de Servicio de Cirugía Cardiovascular del Hospital Virgen de la Arrixaca, Sergio Juan Cánovas, presente en la intervención del pasado 15 de noviembre. Es una fase muy delicada, dado que cualquier fallo podría echar a perder los órganos que se pretenden donar. En este caso, el corazón.
El receptor en Murcia era una persona joven que estaba muy enferma y que había sido ingresada por las continuas descompesaciones que sufría. No osbtante, después de una larga estancia hospitalaria, logró que le dieran en alta en perfectas condiciones.
Los que vinieron de Murcia
El equipo que vino el pasado mes de noviembre del Hospital Clínico Universitario Virgen de la Arrixaca de Murcia estaba formado por dos cirujanos cardiovasculares, dos enfermeros perfusionistas y dos intensivistas. «Habitualmente, cuando se produce una donación cardiaca, tanto para la donación en asitolia como para la donación por muerte encefálica, es el equipo de cirujanos cardiacos implantadores el que viaja para valorar, y en este caso rescatar, el corazón del donante», explica el cirujano.
En Castilla y León, 94 personas donaron órganos entre enero y septiembre, un gesto que permitió extraer 293 órganos: 167 riñones, 68 hígados, diez corazones, 43 pulmones y cinco páncreas. Once de estos donantes fueron intervenidos en el Hospital Clínico de Valladolid y otros nueve, en el Río Hortega.
Por otro lado, en estos nueve meses se han realizado 309 trasplantes de órganos en los centros públicos: 130 renales, 76 de ellos en el Complejo Asistencial Universitario de Salamanca y 54 en el Clínico de Valladolid. Además, también se han hecho otros 35 de hígado en el Río Hortega y ocho de corazón en el Clínico. En lo que se refiere a las córneas, fueron 118 trasplantes entre enero y septiembre en los centros autorizados: el Complejo Asistencial de Burgos, el de León, el Hospital de El Bierzo, el Centro Asistencial Universitario de Salamanca y el Clínico de Valladolid.
En función de la actividad del último trimestre, el Río Hortega podría batir este año su récord de trasplantes de hígado, establecido en 50 en un año. A finales de septiembre ya se había completado 35 intervenciones.