Denuncia jornadas laborales de hasta 15 horas y sin vacaciones

D.V.
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Un marroquí ratifica en un juicio su denuncia de que un matrimonio rumano le sometía a duras condiciones de trabajo entre 2018 y 2021 y que no le dieron de alta en la Seguridad Social

Los tres encausados junto a sus abogados comparecen en la primera jornada del juicio iniciado en la Audiencia de Valladolid. - Foto: EP

El ciudadano de origen marroquí Farik M., una de las supuestas víctimas de explotación laboral por parte del matrimonio rumano Dimitru U. y Carmen T. y el hermano de ésta, Costel, ha ratificado las duras condiciones a las que fue sometido entre 2018 y 2021 cuando realizó tareas agrícolas para los procesados, con jornadas de hasta quince horas diarias y un sueldo que no superaba los 500 euros.

"No sé qué son vacaciones", ha declarado el denunciante durante la primera jornada del juicio iniciado este viernes en la Audiencia de Valladolid cuyo banquillo lo ocupan la pareja empresaria y el hermano de la patrona, con peticiones que, con carácter provisional, oscilan entre los cuatro años que el fiscal solicita para el matrimonio por delito contra los derechos de los trabajadores -no acusa a Costel- y los seis que el letrado de las víctimas interesa para los tres encausados por idéntico delito y otro de pertenencia a grupo criminal.

En su declaración ante la sala, el marroquí Farik M., en declaraciones recogidas por Europa Press, ha explicado que comenzó a trabajar para la empresa Dimitru Ungureano en julio de 2018 en la creencia que había sido dado de alta, aunque más tarde pudo comprobar que la misma no se había producido y que por ello había perdido vigencia el permiso de trabajo con que contaba inicialmente.

Farik ha confirmado que las jornadas, en función de la temporada y el tipo de trabajo, bien recoger patatas o podar vides, eran variables pero que podían llegar a las doce o quince horas al día y que por cada hora percibían 5,50 euros, cantidad de la que había que descontar luego los 5 euros por el transporte diario a los tajos que les facilitaba la empresa.

"Al final, una vez descontado el traslado y otros gastos, el sueldo que quedaba era escaso, entre 400 y 500 euros al mes, y no había descansos. No sé qué son vacaciones", ha insistido Farik, quien también ha ratificado que los acusados les facilitaron 'papeles' en regla de trabajadores rumanos para que los presentaran en caso de que llegara la policía o la Inspección de Trabajo.

Fue precisamente en una visita de la Inspección de Trabajo a una finca rústica de Medina efectuada el 19 de febrero de 2021, donde Farik y otros trabajadores se encontraban faenando, cuando una subinspectora de dicho departamento que participaba en una campaña rutinaria de control de labores agrícolas descubrió que dos de los operarios, el citado testigo y otro también marroquí llamado Magmud M, no se encontraban dados de alta en la Seguridad Social.

La visita concluyó con la imposición de las sanciones correspondientes a la mercantil y con la citación de su titular, Dimitru U, y de los dos trabajadores irregulares a una comparecencia en dependencias de la Inspección de Trabajo en Valladolid.

Coacciones grabadas con el móvil

El testigo y denunciante ha relatado que ese día en el trayecto en coche a Valladolid en compañía de Dumitru y su esposa, tanto él como Magmud M. sufrieron coacciones y recibieron distintas consignas para que dijeran que solo habían trabajado dos días.

La conversación fue grabada por Farik con su móvil y ha sido aportada a la causa como prueba--se encuentra impugnada por las defensas pues niegan que contega la voz del matrimonio--y es la misma que la presunta víctima facilitó a la Policía Nacional tras personarse el día 23 de febrero, junto con Magmud, en la Comisaría de Medina del Campo para denunciar dicha circunstancia y su supuesta explotación laboral.

Aunque el fiscal no acusa a Costel T, hermano de la patrona, y éste ocupa el banquillo al estar acusado por el letrado de los dos denunciantes, Farik ha apuntado que el aludido, además de trabajar como el resto, era el que les trasladaba en su coche a los tajos y el que, en ausencia de los otros dos acusados y en un escalón inferior, daba también las órdenes. Sí ha precisado que Dumitru "era el jefe de la empresa y repartía el trabajo" y que su esposa era la encargada de contratarles y de pagarles.

La primera jornada del juicio ha contado igualmente con el testimonio de la subinspectora de Trabajo que intervino en la visita efectuada a la finca rústica en Medina del Campo donde operaban los trabajadores de la empresa y un agente de la Policía Nacional en dicha localidad que asistió a las supuestas víctimas de la explotación laboral el día en que éstas comparecieron en comisaría.

El funcionario policial, además de ratificar el contenido del atestado elaborado a partir de las declaraciones de los trabajadores de origen marroquí, ha indicado que al atender a Farik y Magmud tuvo en todo momento la impresión de que lo que estaban contando tenía "credibilidad".

El juicio continuará el próximo día 29 de febrero al no haberse podido completar ante la ausencia de Magmud M, quien, al parecer, se encuentra fuera de Valladolid y no ha podido acudir por falta de dinero para costearse el viaje.

Ese día está previsto que también declaren los tres encausados, a quienes el tribunal, a petición de sus defensas, ha concedido el derecho de testificar los últimos.