La Fundación Franz Weber ha criticado las promociones asociadas a personas menores de edad para una novillada prevista para el sábado 24 en Arroyo de la Encomienda.
Las ofertas incluyen entrada gratuita para menores de cinco años, un "importante" descuento para menores de seis a 15 años y un "tendido joven" que incluiría a personas menores de 17 años, todo ello "vulnerando las recomendaciones internacionales sobre protección de estos grupos poblacionales", critica la Fundación en una nota de prensa.
Los naturalistas, con estatus consultivo en este organismo internacional de especialistas en derechos de la infancia, han advertido que el informe de evaluación a España de 2018 incluyó un texto muy claro al respecto de la participación o presencia de menores de 18 años en espectáculos taurinos, subrayando que había que alejarlos de los mismos.
Virginia Portilla, psicóloga experta en violencia, señala que "estas promociones del lobby taurino reflejan un intento desesperado por introducir a grupos vulnerables en la dinámica de crueldad y violencia, intentando revertir la falta de relevo generacional que anuncian todos los estudios sociológicos realizados en las últimas décadas".
Así, los promotores "pretenden integrar a niñas, niños y adolescentes en una actividad donde se produce violencia explícita hacia animales y posibilidad de sufrimiento humano, con cogidas o lesiones", prosigue el comunicado.
La Fundación urge a las administraciones públicas implicadas: Ayuntamiento, y Gobierno de la Junta de Castilla y León, a trabajar por la protección de la infancia y la adolescencia, instando la retirada de cualquier tipo de publicidad o promoción que busque fomentar su acceso a actividades lesivas para su desarrollo social, moral, intelectual o psíquico.
Contenidos violentos con refuerzo positivo
"En estas convocatorias se pueden ver el sufrimiento, también posibles heridas, provocadas sobre el bóvido, comportamientos y gestos asociados a un evidente dolor de los mismos", señalan las mismas fuentes.
Además, los naturalistas explican que la presencia va acompañada de comentarios que refuerzan de forma positiva todo lo que se produce en la plaza y que personas menores de edad pueden asumir como normal y positivo, contribuyendo a la banalización de la violencia contra animales.