CyL aspira a contar con 12.000 MW de energía eólica en 2028

SPC
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Los empresarios del sector creen que la Comunidad está muy bien situada para acoger empresas neutras en carbono y centros de datos, que necesitan engancharse a la red de forma limpia y barata

CyL aspira a contar con 12.000 MW de energía eólica en 2028 - Foto: ICAL

Castilla y León contará en 2028 con 12.000 megavatios de energía eólica instalada, cifra con la que consolidará su liderazgo nacional y se convertirá en polo de atracción empresarial. Al menos esa es la idea del sector de las energías renovables, que remarcan que «si todo va bien» y salen adelante todos los proyectos que han superado los diferentes hitos, el último el de autorización administrativa de construcción (para el que existe una prórroga hasta el 25 de julio), la Comunidad encabezaría este ránking nacional durante muchos años más y con notable diferencia.

Tanto, que estos 12.000 megavatios, que son la suma de los 6.637,64 que están en funcionamiento a 31 de diciembre de 2023 y los 5.000 nuevos que se prevén de aquí a cuatro años, suponen 27 veces la central nuclear de Garoña (466 MW) o 2,5 veces la de Fukushima, en Japón.

El secretario general de la Asociación de Promotores Eólicos de Castilla y León (Apecyl), Eugenio García Tejerina, señala en declaraciones a Ical que con estos datos, la Comunidad consolida su liderazgo en potencia eólica, con una quinta parte del total nacional, a pesar de poner en marcha únicamente 10 nuevos en 2023 y 113 si se tiene en cuenta los dos últimos años. En España, las comunidades autónomas con mayor potencia eólica total instalada son, además, Aragón (5.229 MW) y Castilla-La Mancha (4.878), sobre un total de 30.425 en el conjunto nacional, una barrera, la de 30 gigas, que supone un hito significativo para el sector energético y refleja el compromiso del país con la transición hacia fuentes más limpias y sostenibles.

Sin embargo, a pesar de la cifra de 607,23 nuevos megavatios puestos en marcha en 2023 en el conjunto nacional, está muy por debajo de los 5.200 anuales (5,2 gigavatios) necesarios para cumplir con los ambiciosos objetivos establecidos por el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030.

García Tejerina achaca las bajas cifras de Castilla y León en los dos últimos años a que «tiene un desarrollo mucho más maduro» que el resto, dado que en Aragón existen unas «circunstancias que tiene que ver con el desarrollo de las infraestructuras y cómo se han acondicionado». «En Castilla y León se ha producido un determinado desarrollo antes que en Aragón, con la instalación de parques asociados a una planificación de infraestructuras hechas en su momento, y que ahora permiten estos datos», apuntó, para recalcar que la comunidad vecina «ha ido detrás en desarrollo eólico y lo ha acelerado ahora porque tenía unos espacios mucho margen de crecimiento».

En todo caso, la «apuesta ha sido constante» en los últimos 25 años en Castilla y León, si bien admitió que ese nivel de desarrollo de instalación de nuevos proyectos «se ha ralentizado». Y dados los 5.000 nuevos megavatios hasta 2028, García Tejerina recordó que «hay un trabajo importante con los ayuntamientos» para la agilización de licencias de instalación, y elogió el trabajo de la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, «por adaptar la regulación a las mejores prácticas».

Empieza la construcción. El secretario general de Apecyl, organización que este año cumple 25 años, señaló que con la autorización administrativa de construcción concedida empieza la «otra parte», la de levantar los parques, lo que requerirá un «trabajo acompasado, porque unos irán antes y otros después y en varias comunidades a la vez». Además, urgió la puesta en marcha de las infraestructuras de conexión, también en ejecución, y habrá que esperar a la financiación de los proyectos. En cualquier caso, destacó que un aerogenerador de hoy equivale a 20 de hace dos décadas: ahora son de 5-6MW cuando antes eran de 300 kilovatios. «Seremos capaces de generar mucha potencia y lo haremos en este plazo y con menos aparatos», defendió, para ampliar que para ello es necesario «planificar a largo plazo porque detrás hay cuestiones regulatorias y políticas que se escapan de nuestras previsiones».

Atracción empresarial. García Tejerina explica que llegar a la cifra de 12.000 megavatios en 2028 «dependerá de otros dos aspectos muy importantes para regiones como Castilla y León», que el desarrollo renovable «vaya ligado a infraestructuras eléctricas de evacuación», cuyo competente es REE, que tiene una propuesta de planificación, en base a la que «se define dónde se pondrá un parque y dónde no».

Pero además de esta nueva planificación de la generación, también también se trabaja para «acoger la demanda», pensando en aquellas grandes empresas consumidores electrointensivos que buscan «energía renovable y barata» y emplazamientos próximos a los puntos de generación renovable. España, actualmente, tiene el coste más bajo de la energía de la UE gracias a las renovables.

«En los próximos años veremos grandes consumidores allí donde se les dé facilidades y tengan infraestructuras de energía eléctrica», comentó García Tejerina, quien se refirió a fábricas de vehículo eléctrico, electrificación de la economía y centros de datos, entre otros, es decir, empresas que por sus reglas de responsabilidad social corporativa (RSC) «demandan un consumo de energía verde», tales como Amazon o Instagram, que «tienen como condición ser neutras en carbono».

Por ello, Castilla y León, a su juicio, «está muy bien situada», y España en general, para que «tratar de conseguir que, junto con el desarrollo renovable, venga también un desarrollo industrial, social y económico». «Los beneficios asociados a la renovable, además de impuestos, el beneficio al medio ambiente y la reducción de la dependencia energética exterior, ahora se amplían con otro no menor, como será la posibilidad de atraer grandes empresas y con ellas puestos de trabajo», ensalzó.

Por ello, advirtió a las administraciones que pongan la carne en el asados para que «alguien que quiera poner una fábrica aquí no se vaya porque no tenga un punto de enganche para su consumo». «Si hacemos eso y podemos ofrecer una gran generación de renovable, con estos 5.000 nuevos megavatios, seremos un polo de atracción de industrias electrointensivas respetuosas con el medio ambiente. Es una oportunidad que nos da la vida, que no nos ha dado tantas», dijo.