Ephemera Phestival es la nueva propuesta de CreArt Valladolid para mostrar las doce tendencias de arte urbano en la ciudad a través de una selección de proyectos efímeros ‘site-specific’, intervenciones murales y sobre mobiliario urbano. La iniciativa, que toma el relevo a #ArtistasCreArtenlaCalle, apuesta por el arte urbano más allá de la estética amable y colorista, con proyectos reivindicativos, conceptuales o irónicos que buscan la mirada inquieta y crítica del espectador.
Once artistas locales y dos artistas invitados presentarán hasta el próximo domingo proyectos que reflexionarán sobre los límites del espacio público/privado, la memoria arquitectónica y paisajística de la ciudad, la España vaciada o la deriva del neoliberalismo.
Entre las intervenciones efímeras están la de Amaya Bombín, en el soportal del Teatro Zorrilla con su proyecto ‘Aire’ y un chozo de pastor; la de Julio Falagán, en la Plaza de la Libertad con la instalación lumínica que hace referencia al poder del dinero; la de Patricia Sandonis, en Cadenas de San Gregorio con su idea del uso del espacio público; la de Iván Serrano, en los ‘mupis’ de Plaza Poniente y las calles Magaña y Huelgas con ‘Primo’ y la combinación del ‘street art’ con el mundo digital; la de David Fresno y Gonzalo de Miguel, en la calle Ricote con el proyecto de collage para rescatar el Valladolid antiguo; el de Daniel Muñoz, en la calle Estudios,10 con el mural para mostrar la metamorfosis de esa esquina de la ciudad en los últimos años; el de Eva Mena, en la calle López Gómez, 24 con su reflexión de la situación actual de la mujer en el mundo; el de Kapone, en las calles Mantería y Simón Aranda y el Teatro Cervanes con su falso graffiti sobre personajes peculiares; el de Miguel Pascual, en la Plaza San Pablo con su recreación sobre ese lugar en el siglo XVIII; el de Patricia Martín, en la Plaza del Corrillo y Matías Sangrador con sus imágenes sobre la ausencia de contacto y la conexión humana a través del espacio negativo; el de Rut Pedreño, en la Plaza Martí y Monsó y San Lorenzo con su visión sobre el agua, y el de Pati Duque, en la Plaza del Mercado del Val con su particular idea del aspecto original de este lugar.