El seguro agrario repunta pese al encarecimiento de la prima

P. Velasco
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Las pólizas firmadas a finales de noviembre ya superan un 2,3% a la cifra del año pasado en la misma fecha, y la producción asegurada ya alcanza los 3,34 millones de toneladas, un 6,5% más

Un tractor realiza labores en un terreno agrícola de la provincia de Valladolid para prepararlo para la siembra. - Foto: Jonathan Tajes

La campaña de cereal de 2023 en Castilla y León pasará a la historia como una de las peores. Condicionada por la sequía y otras inclemencias meteorológicas como fuertes tormentas en algunas zonas de la Comunidad, ha dejado pérdidas millonarias para los profesionales del campo y a su vez, las indemnizaciones más altas pagadas por el seguro agrario. Una incertidumbre sobre el clima a la que se vuelven a enfrentar este año los agricultores, que ante el temor de que se repita la escasez de agua han apostado otra vez por el aseguramiento pese al encarecimiento de las primas. De momento, según los datos aportados por Agroseguro a fecha 30 de noviembre, los productores de cultivos herbáceos de secano, que incluye cereales de invierno, leguminosas y colza, ya han ampliado el número de pólizas suscritas a las mismas fechas el año pasado, lo que demuestra la consolidación del seguro agrario en la Comunidad, que «no solo se consolida», sino que crece.

Por ahora, como confirmaron a este periódico fuentes de la Agrupación Española de Entidades Aseguradoras de los Seguros Agrarios Combinados (Agroseguro), el aseguramiento hasta el 30 de noviembre alcanza cifras «muy positivas». Aunque el plazo de contratación termina el 20 de diciembre, hasta esa fecha ya se han suscrito 15.132 pólizas en la Comunidad, un 2,3 por ciento más que el año pasado en el mismo periodo. También la superficie asegurada ha subido un 3,9 por ciento con 1,19 millones de hectáreas aseguradas, mientras que la producción ya alcanza los 3,34 millones de toneladas, lo que supone un 6,5 por ciento más que en la pasada campaña a la misma fecha.

Un incremento que se ha producido pese al encarecimiento del coste del seguro al que tienen que hacer frente los profesionales del campo este año, tal y como denunciaron las organizaciones agrarias. Según Asaja, se ha aplicado una «importante subida» del 35 por ciento de media en las tasas del seguro de cultivos herbáceos en Castilla y León, que ha pasado de 22 a 30 euros por hectárea. 

Hay que tener en cuenta que una parte de estas primas se encuentran subvencionadas por la Entidad Estatal de Seguros Agrarios (Enesa) y las comunidades autónomas. En el caso de las pólizas ya suscritas hasta el 30 de noviembre en cultivos herbáceos, según Agroseguro, la subvención media alcanza el 55 por ciento del recibo de la prima, mientras que el otro 45 corresponde al tomador del seguro.

Implantación

Si se comparan las cifras de aseguramiento respecto al total asegurado en la pasada campaña –hasta el 20 de diciembre– en los módulos de otoño, que son los que incluyen el aseguramiento más completo, todas las magnitudes se sitúan ya por encima del 60 por ciento. Es decir, como incidieron desde Agroseguro, ya se ha asegurado el 60 por ciento del total asegurado en los módulos 1 y 2 en la pasada campaña, y además, «el seguro sigue creciendo en su implantación, que a nivel nacional se sitúa en el 70 por ciento, y en el caso de Castilla y León se situó en el 84 por ciento en la última campaña». «Por tanto, la confianza del sector en el seguro de herbáceos no solo está consolidada, sino que se amplía», añadieron las mismas fuentes.

La campaña de 2023 será recordada como la que mayores indemnizaciones se abonaron por el seguro agrario tanto en nuestra Comunidad como a nivel nacional. Los siniestro en la línea de herbáceos se elevaron hasta los 189,3 millones en Castilla y León, de los que el 99,5 por ciento ya se ha pagado. De hecho, como aseguraron desde Agroseguro, las indemnizaciones se abonaron en un plazo muy rápido: 21,8 días de media tras la tasación definitiva de los daños. En total, en el conjunto de todas las líneas, las indemnizaciones se sitúan en los 231 millones, de los que, a fecha 30 de noviembre, ya se han pagado 225,8 millones. Los que faltan se corresponden con siniestros pecuarios recientes.