«Este verano se van a tener serios problema asistenciales en muchas partes del país». Sin paliativos reconoció ayer el consejero de Sanidad, Alejandro Vázquez, que Castilla y León, al igual que otras muchas comunidades, se va a enfrentar a un periodo estival «francamente duro» por la falta de profesionales sanitarios. «Estamos ante un problema de Estado». Una situación agravada este año por la ausencia de MIR para cubrir vacaciones dado que, por culpa de la covid-19, terminarán su residencia después del verano. «Hemos echado en falta medidas puntuales, que se han tomado en otros momentos de la crisis, hay que asumir que estamos en una crisis importante del Sistema Nacional de Salud por la falta de profesionales», aseguró el titular sanitario de la Comunidad a su salida de Consejo Interterritorial de Salud celebrado ayer, y del que aseguró salir «muy decepcionado». Encuentro en el que Vázquez, al igual que el resto de consejeros de comunidades lideradas por el PP, exigieron a la ministra Mónica García que «proporcione el número de profesionales sanitarios suficientes» para cubrir el período estival de tal manera que el Sistema Nacional de Salud «funcione y funcione de modo correcto». Y es que esta carencia de médicos es un «problema muy importante para la ciudadanía», según destacó Vázquez, que ejerció además de portavoz de las autonomías populares.
Es por ello que reconoció que le «hubiera gustado que el Ministerio hubiera sido más receptivo a la hora de tomar medidas más valientes», y desveló que la ministra de Sanidad «asumió» que «se van a cerrar dispositivos de Atención Primaria e incluso que algunos servicios hospitalarios es posible que tengan que subir un poco los centros». El consejero de salud castellano y leonés explicó que a la situación ya conocida de plazas que faltan por cubrir de médicos de Atención Primaria, que la comunidades del PP estiman en «más de 2.300», «hay que sumar que los médicos internos residentes de cuarto año de medicina familiar no acaban su período formativo hasta el mes de septiembre. Esto supone que durante estos tres meses esos 2.300 profesionales que estarían a disposición del sistema nacional de salud para ayudar a trabajar no lo van a estar».
«O sea que nos ha dado la razón», resumió Vázquez. En cuanto a los planes de contingencia exigidos por el Gobierno, Vázquez hizo hincapié en que es «bastante difícil» gestionar cuando el número de profesionales «es cero». «Va a ser difícil que toda la población española pueda recibir asistencia sanitaria en cualquier lugar del territorio sin merma o sin quebranto», adelantó el titular sanitario autonómico, que avanzó que que «se ha llegado a la conclusión de que se van a valorar algunas actividades siempre dentro de la ley que pueden tener en cuenta los médicos internos residentes que se están formando dentro del sistema de salud. En este sentido señaló que «parece que van a autorizar» que los médicos de familia «pudieran seguir su periodo rotativo fuera de la unidad docente, siempre supervisados por otro médico de familia titulado», según informa la Agencia Ical.
Por su parte, La ministra de Sanidad, Mónica García, aseguró que «da por hecho» que «ninguna comunidad» va a «saltarse la ley» con los residentes de último año durante este verano, ya que Sanidad «no va a avalar ninguna medida que choque con la formación de los profesionales, con los planes formativos y con la legalidad vigente». Según García, algunas comunidades habían propuesto medidas que se salían de los límites de la legalidad, tales como que estos residentes pudieran estar «solos» ejerciendo las competencias de un adjunto. «Un residente no puede, por ejemplo, irse a un centro de salud solo sin la supervisión de ningún adjunto. Esto de ninguna de las maneras lo vamos a admitir».