El presunto ideólogo del robo de la Circular lo niega todo

A. G. Mozo
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El empresario dental acusado de planear el asalto a María Aguña declara por primera vez por este caso pero asegura que su única relación con los presuntos sicarios era que les había contratado para hacer una obra. Ellos le han señalado como cabecilla

Momento en el que los servicios funerarios se llevaban el cadáver de María Aguña del 9 de la plaza Circular. - Foto: Jonathan Tajes

Rubén A.R., el empresario dental acusado de organizar el robo de la Circular que acabó con la muerte de la septuagenaria María Aguña, rechaza cualquier participación en este violento asalto, a pesar de que las pruebas, los investigadores y hasta los propios sicarios le sitúan como el ideólogo de un plan que buscaba un botín de 200.000 euros en una caja fuerte que había en la vivienda de la víctima.

Este vallisoletano de 34 años ha comparecido este lunes ante el Juzgado de Instrucción 3 para testificar por unos hechos ocurridos el 17 de octubre de 2018 en el número 9 de la plaza Circular y por los que Rubén A.R. está en prisión desde el pasado mes de diciembre, cuando fue detenido en el marco de la Operación Mariya, por la que han sido arrestadas otras seis personas e imputado una octava, la nuera de María Aguña, que solo fue citada en Comisaría a declarar en calidad de investigada y que podría ser la siguiente en pasar por el Juzgado para ser interrogada por las partes personadas en la causa.

El 'dentista', que se negó a declarar en Comisaría cuando se le arrestó, ha explicado que su única relación tanto con esta mujer como con el teórico líder del grupo de sicarios, un ciudadano búlgaro, era la de ser clientes de su clínica dental. Y que fue a través de este hombre como conoció al resto de miembros de la supuesta banda que se encargó de vigilar la vivienda de la Circular, conducir los coches y asaltar a María Aguña, golpeándola hasta la muerte para que confesara dónde ocultaba la llave de una caja fuerte que contenía más de 200.000 euros. Pero Rubén A.R. ha negado que organizase una reunión el día antes de los hechos para preparar el robo, según explican fuentes jurídicas a El Día de Valladolid, sino que ha declarado que el encuentro fue únicamente para encargarles una obra en un local de Las Delicias, un trabajo que anuló horas después porque su hermano le habría ofrecido un local de La Rondilla que había sido una clínica veterinaria, por lo que desistió de continuar con la reforma.

De este modo, el empresario habría tratado de justificar tanto ese encuentro del día 16 de octubre de 2018 como el que habrían mantenido el mismo día 17 -después del asalto- a bordo de dos coches, rumbo a la localidad de Torrecilla de la Abadesa, donde les sitúan los repetidores de telefonía. Allí, los sicarios y el 'dentista' habrían discutido, según han confirmado unos y otros, pero mientras los primeros aseguran que fue porque Rubén A.R. dudó de ellos y les acusó de haberse quedado con el botín, porque no se creía que no hubieran podido hacerse con los 200.000 euros; el empresario ha declarado que discutieron porque les dijo que ya no necesitaba sus servicios y que no les iba a pagar los 12.000 euros pactados por la obra, por lo que, siempre según su testimonio, habría sufrido extorsiones por parte de los búlgaros.

Rubén A.R. ha negado por tanto que él fuese quien facilitó la información de que en esa casa había "mucho dinero", como han declarado dos de los supuestos sicarios, que le habrían identificado como el ideólogo y como la persona que, en esa reunión del día 16, les dio los detalles de dónde estaba la caja fuerte y cuál era la contraseña, pero no dónde guardaba María Aguña la llave, algo que no confesó, ni tampoco que había 75.000 euros bajo un armario, que los ladrones tampoco encontraron.