«No ingresábamos nada y todo eran deudas»

A.G.M.
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Víctor es un vallisoletano de 34 años que consiguió que un juez le cancelara una deuda de 21.000 euros a través de la ley de 'segunda oportunidad'

La historia de Víctor es una de las centenares de historias que deja cualquier crisis económica. Una de esas en que una empresa da sus pensión de pagos y una pareja se queda sin ingresos de la noche a la mañana. Después llega aquello de «tirar para delante», los préstamos personales, el acúmulo de deuda, la imposibilidad de afrontar todas las letras... y la caída en un agujero, en un pozo. 

Víctor, con pareja y dos niñas de 4 y 6 años, llegó a tener que afrontar cada mes el pago de unos mil euros sin ingresos. Fue entonces cuando vio en la ley de ‘segunda oportunidad’ una salida, justo cuando casi era la única que le quedaba para lograr la cancelación de una deuda que llegó a ascender hasta los 21.000 euros y que les estaba sometiendo a una asfixia absoluta, al carecer en aquel momento de ingresos.

Hoy conduce un camión para una empresa de reparto y gracias a la cancelación judicial de su deuda va viendo la luz, más de cinco años después de que su vida empezara a cambiar. 

«Mi chica y yo trabajábamos en la misma empresa, una panificadora que entró en suspensión de pagos y por lo que estuvimos un tiempo sin cobrar. La niña era pequeña y empezamos a solicitar préstamos personales para ir tirando», según recuerda Víctor a este periódico, que detalla que «llegó un momento en que no se ingresaba nada en casa y todo eran deudas, porque, claro, esos créditos personales hay que devolverlos».

1.000 EUROS AL MES

Préstamos que son tan fáciles de conseguir como difíciles de devolver cuando se van a acumulando uno tras otro. «Teníamos varios personales y uno para el coche. Al mes llegamos a acumular pagos por unos 950 o 1.000 euros», especifica Víctor, que reconoce que fue entonces cuando dejaron de pagar y empezaron a pensar en la opción de acudir a la ley de ‘segunda oportunidad’.

«En esta situación no se quiere ver nadie, pero hay que tirar para delante. No fue fácil aguantar sin pagar, con llamadas de cobradores, metiéndonos en los ficheros de morosos...», reconoce este joven vallisoletano que consiguió que en 2020, tras dos años de trámites, el Juzgado de Primera Instancia 1 le cancelara los 21.000 euros. «Hay mucha burocracia, el proceso va muy lento, con mucho papeleo y trámite, teniendo que ir al notario, al mediador... pero el resultado y la ayuda de Repara tu Deuda merece la pena». «La ley te exonera de la deuda provisionalmente durante cinco años y exige no volver a pedir préstamos, porque es una segunda oportunidad, no una tercera».