Uno de los platos estrella a los que los vallisoletanos no piensan renunciar es ?el típico lechazo en las cenas y comidas navideñas. La cesta de la compra no ha parado de subir durante todo el año y en estas fechas lo están haciendo de forma especial los corderos lechales hasta dispararse incluso hasta en diez euros más que hace un año.  

El motivo parece evidente. La falta de explotaciones está ocasionando que haya disminuido la oferta. «No hay relevo generacional y cada vez que se cierra una granja no se abre de nuevo», comenta el coordinador del sindicato agrario UCCL,  Valentín García. 

Esta escasez de animales ha ocasionado que el precio del kilo se pague en los mercados por encima de los 20 euros y llegan incluso a los 24, si bien es cierto que el valor de los lechazos depende también de su calidad y de si cuentan con la marca de Indicación Geográfica Protegida, o si llegan desde fuera de nuestro país. 

La demanda de los consumidores, sin embargo, sigue al alza y en ningún momento se han planteado la búsqueda de otras alternativas a pesar del aumento del precio. Al menos así los ponen de manifiesto desde el gremio de carniceros de Valladolid y desde los propios establecimientos. «Un cordero lechal puede salir por unos 160 euros. Sí es verdad que ha subido bastante, pero la dinámica es la misma o incluso más. La gente no renuncia al lechazo para estos días», reconoce el propietario de DcarneSmeatshop. 

«La gente lo compra igual y muchos lo hacen a última hora con reserva. Lo tienen en la carnicería el día 23. La gente no está renunciando a este plato a pesar del precio. Un lechazo entero ronda los 160 euros», comenta. «El precio de las chuletillas están a unos 38 euros el kilo. La verdad es que sí se nota que está más caro que el año pasado», destaca el carnicero Ángel Herrero. 

Eso sí, los carniceros reivindican la importancia de que los compradores se decanten por sus establecimientos de confianza a la hora de comprar un lechazo, ya que la calidad puede variar mucho. Algo que también ha dejado claro en numerosas ocasiones el presidente de la Asociación de Consumidores, Prudencio Prieto, quien señala que es muy importante comprobar de forma feaciente la procedencia de los animales. «Suben unos determinados productos por tradición y ante una demanda de golpe», asegura.     

un pequeño alivio. Este aumento de precio que llega a los consumidores se encadena desde el propio productor hasta que llega a los establecimientos. El valor del kilo de lechazo en vivo también se ha visto incrementado al pasar de los 4,5 euros que marcaban algunas lonjas hace un año a los 7,5 actuales. «Todo lo que sea mejor precio es mucho mejor para los ganaderos, pero en Valladolid la verdad es que cada vez hay menos», recalca García. «Cada vez más ganaderos se decantan por la leche y no por los corderos».