Unos 60 académicos que forman parte del personal docente de Facultades de Medicina de toda España participan durante hoy y mañana en la primera conferencia de la Academia Española de Medicina Familiar y Comunitaria, que se celebra en la Facultad de Medicina de Valladolid con el objetivo de lograr que la Medicina de Familia y Comunitaria sea "un área transversal, específica y de preferencia en la formación universitaria en Medicina".
Para ello, en el transcurso de la reunión que se desarrolla en Valladolid estos días, uno de los grupos de trabajo se ocupará de definir las líneas estratégicas de los contenidos académicos que debe incorporar una asignatura sobre la especialidad que cuente con, al menos, seis créditos y con unos "estándares mínimos".
De igual manera, se abordarán otras cuestiones como el establecimiento de materias transversales con otras disciplinas, la necesidad de impulsar las prácticas en el ámbito de la Medicina de Familia desde los primeros cursos de grado de Medicina o los procesos formativos para que el conjunto de especialistas del área puedan facilitar su acreditación en las distintas figuras docentes previstas y que accedan a formar parte del personal docente e investigador.
"Aunque aún estamos lejos del nivel en el que se encuentran las universidades de otros países, se va produciendo una aparición lenta pero constante de profesores vinculados y se constata que hay una enorme heterogeneidad en contenidos, metodologías, créditos asignados y profesorado en las diferentes facultades de Medicina", resaltaron desde la Amfe en relación con el primer observatorio elaborado por la entidad, informa Ical.
En datos, el informe relató que, en lo relativo a presencia en el cuerpo docente de la Medicina Familiar y Comunitaria, en 2023 había tres catedráticos y 13 titulares -algunos ya acreditados como catedráticos por la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación- y cuatro facultades contaban con Unidades Docentes Universitarias de Medicina Familiar y Comunitaria.
En referencia a los planes de estudio, el 83 por ciento de las facultades cuentan con una asignatura de Medicina Familiar y Comunitaria y en el 94 por ciento de estas es una asignatura obligatoria. "A pesar de ello, existe una enorme heterogeneidad en la asignatura, tanto en la denominación, como en los contenidos, metodología docente y evaluativa, así como en la carga docente y la existencia de estructura propia", señaló el estudio.
En cuanto a las novedades recientes, desde la Amfe valoraron positivamente la inclusión de varias propuestas de modificación sobre los "criterios de evaluación y requisitos mínimos de referencia de los méritos y competencias requeridos para obtener la acreditación", que recientemente actualizó la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación. Así, consideraron que el hecho de "que varios profesionales médicos y doctores puedan acceder a la carrera docente va a significar una apuesta de sostenibilidad de las facultades de Medicina".
Para la Amfe, la presencia de la especialidad en las facultades "está plenamente justificada" por ser "una disciplina académica que debe ser conocida por todo el alumnado, ya que la presencia de médicos de familia bien formados incide sobre los niveles de salud de la población". En este sentido, el conjunto de académicos recordó que "la existencia de departamentos, unidades, profesorado y la exposición a la Medicina Familiar en la Atención Primaria incide en su elección vocacional". También reivindicaron que la Medicina de Familia permite que las Facultades reorienten "un sesgo de híper fragmentación" mediante el "generalismo".
Finalmente, los responsables de la Academia afirmaron que "mejorar la presencia de la Medicina de Familia en la Universidad también supone un mayor prestigio y visibilidad de la especialidad entre la comunidad académica y la sociedad, un elemento clave para impulsar la investigación, un impulso de las vocaciones y el reconocimiento de una realidad docente".