La vivienda en España representa un valor fundamental tanto para las familias que precisan de un techo para poder vivir como para los inversores que ven en este sector un valor refugio para sus ahorros en un momento en el que la inflación ha depreciado los depósitos financieros con un tipo interés demasiado bajo.
En este contexto, un estudio titulado La sostenibilidad en la demanda de vivienda en España, elaborado conjuntamente por Solvia y Fotocasa, sostiene que el 6,1% de los futuros compradores de vivienda la quiere para uso vacacional, mientras que el resto lo hacen como residencia habitual (88%) o como inversión para llevarla al mercado del alquiler (5,9%), ya sea temporal o de larga estancia.
Se trata de un fenómeno que está marcando tendencia y que viene liderado por las pernoctaciones en apartamentos turísticos que están experimentando un importante crecimiento de un 18,8% anual tanto en las ciudades del litoral como en las regiones del interior del país.
Un dato importante es que el 72,8% de las reservas del pasado año las realizaron turistas no residentes en el país, siendo el Reino Unido el principal emisor, según los datos publicados por el INE.
La demanda de alojamientos vacacionales en propiedad en España está protagonizando un fuerte tirón por un público objetivo muy singular, ya que en la mayoría de las ocasiones son extranjeros.
Asimismo, el mercado nacional también está inmerso en una importante tendencia en la búsqueda de viviendas en propiedad en municipios y ciudades con cierto encanto para pasar sus vacaciones o, incluso, su retiro al llegar la jubilación.
La construcción en estas zonas ha disparado las tarifas ante la alta demanda. A los españoles les resulta difícil competir con los extranjeros que tienen un poder adquisitivo mayor y, por tanto, encarecen los precios. Así, por zonas, el valor medio más elevado está en Santa Eulalia del Río, (Ibiza), con 4.836,2 euros el metro cuadrado, la propia ciudad de Ibiza (4.350 euros); San Sebastián (4.265,5 euros), o Calviá, en Mallorca (4.261,2 euros).
Entre las localidades más de moda y con las tarifas más altas aparecen puntos muy turísticos como Sitges, en Barcelona, (4.017 euros el metro cuadrado) o la ciudad malagueña de Marbella (3.037 euros).
Los expertos consideran que hay otros lugares donde se está notando una gran demanda como Gandía (Valencia), Laredo (Cantabria), o El Ejido (Almería), que figuran como los municipios más rentables para invertir tanto para el segmento de compra como el de alquiler.
Los elevados intereses de los últimos dos años han recortado las compras del sector inmobiliario nacional que ha experimentado un importante descenso en el número de compraventas. Sin embargo, se ha producido un fenómeno curioso en el que los inversores han pagado al contado, sin necesidad de acudir a préstamos, especialmente en la vivienda vacacional. De hecho, estos compradores representan más del 50% de las casas que se han escriturado en los últimos años.
Con las nuevas previsiones del BCE, que indican que para la reunión del próximo 6 de junio baje el tipo de interés en un cuarto de punto, el mercado respira cierto optimismo a sabiendas de que, aunque el descenso entre un 2% y un 2,5% sea lento será la tónica para los próximos trimestres, incluido prácticamente todo el 2025.
El euríbor cerró el pasado mayo en el 3,667%, una cifra aún alta pero que marca el deshielo de las hipotecas y anima a los ahorradores que llevan tiempo pensando en adquirir una vivienda, especialmente como residencia habitual, aunque también hay que destacar el dinamismo de segmento vacacional que sigue en expansión.
Empleo
El sector inmobiliario presenta unas cifras muy atractivas para la economía nacional. Así, por ejemplo, solo el alquiler turístico en España generó 25.000 puestos de trabajo directos y 2.089 millones de euros para propietarios en 2023, según un análisis de la compañía de gestión de apartamentos GuestReady.
El estudio sostiene que los pisos vacacionales representan un tercio de la capacidad alojativa del país, que acogieron a 9,12 millones de turistas extranjeros en el pasado año y que generaron un gasto creciente en todo el territorio.
Los economistas consideran que la demanda de viviendas, tanto para uso residencial, como vacacional, como para invertir va a continuar al alza en España, independientemente de la ley del suelo que espera aprobar el Gobierno este mes de junio. La demanda extranjera es muy alta y la nacional dista mucho de tocar techo por lo que los precios van a seguir aumentado y captando ahorradores que ven en estos bienes una buena forma de rentabilizar sus ahorros en el medio y largo plazo.