Llevar una vida saludable desde la infancia es fundamental para poder estar sanos en la vida adulta. Y hay multitud de formas de cumplir con este importante hábito: realizar deporte, no ser sedentarios, dejar de lado el tabaco y el alcohol... pero sin duda lo que más influencia tiene es la alimentación. Por ello, es fundamental la educación en este aspecto y si es desde una edad temprana mucho mejor.
Y es que, según un nuevo estudio, en España solo uno de cada 100 niños lleva una dieta saludable que le asegure buena salud cardiovascular y cerebral. Un informe llevado a cabo en 48 colegios públicos de la Comunidad de Madrid demuestra que la receta para lograr inculcar esos buenos hábitos es tan sencilla como barata: educar en buenas rutinas en los primeros años de vida, sobre todo antes de los 9 años.
La investigación, realizada entre 2014 y 2020 por parte de profesionales del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) y la Fundación SHE, se ejecutó mediante una revisión médica a los niños antes de comenzar el estudio, incluyendo una serie de marcadores de obesidad y acumulación de grasa corporal, cuando todos ellos comenzaban la Primaria, y otros dos más al final del tercer y sexto curso.
Los resultados arrojaron una conclusión clave: los pequeños de los 24 colegios que recibieron educación en salud integral en los tres primeros años del ciclo (de los 6 a los 9 años) presentaron menores niveles de obesidad y grasa abdominal que los que no recibieron ninguna formación en la materia y que los que tuvieron esa aprendizaje solo durante los tres últimos cursos de Primaria.
Los doctores no apreciaron diferencias significativas entre los grupos que recibieron píldoras educativas en este aspecto los 6 años completos, y aquellos que solo la experimentaron en los tres primeros cursos de Primaria, lo que demuestra, a juicio de los profesionales, que esos tres primeros años son los absolutamente claves para fijar hábitos saludables.
Esta información emitida por los centros a los alumnos consistió en formación sobre el cuerpo humano, la relación entre salud y dieta, la importancia de la actividad física y del descanso, y la gestión emocional de la comida. «Cuanto antes empiece esa educación infantil mejor, es más, esa formación debería de comenzar ya a los 4 o 5 años», subraya el investigador Rodrigo Fernández-Jiménez.
El sobrepeso, bajo lupa
Por otro lado, el estudio también reveló un dato preocupante: el 33 por ciento de los niños españoles tiene sobrepeso. La tendencia ha empeorado en los últimos años, con cifras similares a las de EEUU. Un factor achacado a la vulnerabilidad familiar y a la falta de apoyo legislativo a una buena alimentación.