La economía española avanza hacia un entorno de normalización de la inflación y de los tipos de interés, el castigo de empresas y familias los dos últimos años. Aunque las incertidumbres afloran en estas últimas semanas y a la espera de lo que ocurra en las elecciones en Estados Unidos, las previsiones para 2025 dibujan un «moderado optimismo» de crecimiento económico en España (por encima de la Zona Euro) y de empleo.

Este es uno de los principales mensajes que los expertos financieros lanzaron ayer en el Foro Mercados, organizado por el Banco Santander y Diario de Burgos en el Fórum Evolución. La cita, que reunió a un numeroso grupo de empresarios y inversores, sirvió para constatar que las incertidumbres originadas por la pandemia van desapareciendo y que la tarea ahora de las empresas es centrarse en el extraordinario proceso de transformación en el que están inmersas, sostenido en la digitalización y la transición verde de sus procesos.

El director territorial del Banco de Santander, Francisco Javier Martín Clavo, dibujó para los próximos meses un escenario de «moderado optimismo», pues la economía nacional y la regional se han adaptado a los tiempos difíciles y hoy son más «potentes, resilientes y resistentes», apoyadas en un sistema financiero «solvente y estable».

Inflación y tipos a la baja auguran un moderado optimismo - Foto: Ricardo Ordóñez ICAL

Toca afrontar el reto urgente de la transformación empresarial y se sigue sin aprovechar el enorme caudal de los fondos europeos, cuyo efecto multiplicador en el tejido económico es y será enorme. «Tenemos que ser egoístas y ambiciosos para conseguir los máximos fondos», sentenció el directivo. Lo que no se pida ahora, se perderá...

Al hilo de esta reflexión, Martín Clavo insistió en que la fórmula de crecimiento y el éxito se sustenta sobre la generación de confianza y un ambiente propicio para la inversión empresarial. En este sentido, sobran burocracia y cargas y hay que apostar más por la colaboración público-privada que aporte valor añadido. «Estamos viviendo un cambio de época, un cambio del sistema empresarial e industrial y hay que aprovechar los retos que se nos presentan». En ello, aseguró, está el Banco Santander.

«LA IA no se moja»

La intervención de los expertos en el Foro Mercados empezó con un experimento curioso: preguntando a la Inteligencia Artificial, a través de ChatGPT, cómo ve el futuro. Acertó en lo que más preocupa a un empresario (los tipos de interés, la volatilidad cambiaria, la liquidez o el entorno económico y regulatorio...), pero «no se moja» al cuestionarle sobre lo que va a pasar con los tipos de interés...

Quizá pese, como explicó Gerardo Puerta, director Asset Allocation, lo que depararán las urnas el  5 de noviembre en los Estados Unidos. Económicamente, no es lo mismo que gane Kamala Harris que Donald Trump y las encuestas, hoy en día, señalan un empate. Trump, matizó, son aranceles, más presión en la rivalidad comercial USA-China, más precio para las importaciones y cambios en el dólar.

Turismo

Su compañera Laura Velasco, directora de Macroeconomía, analizó una realidad más cercana. En ella, España es el país europeo «que mejor sale en la foto», muy por encima de Alemania y Francia, economías en horas bajas. 

Nuestro país se sostiene, especialmente, en el crecimiento y diversificación del turismo, en la evolución en positivo del empleo y en la población. Los flujos migratorios que está recibiendo, reflexionó, también están alentando el mercado laboral, el consumo de bienes y servicios y la vivienda.

«En los próximos trimestres vamos a crecer por encima de la Zona Euro», explicó, aunque en nuestro entorno europeo más próximo haya incertidumbres: «En 2025 habrá un impulso al crecimiento tras el estancamiento de los últimos meses, pero este segundo trimestre ha habido un empeoramiento».

Un síntoma, subrayó Velasco, es que se ahorra más «por precaución». «Los europeos somos más cautos porque puede haber deterioro del mercado laboral».

Los expertos confían en que proseguirá la bajada de la inflación y los tipos de interés, un escenario ideal para que Europa impulse una política monetaria «más enfocada al crecimiento» y más favorable para las empresas.