El ministro de Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, ha asegurado este jueves que Moscú está abierto a abordar con la Administración del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, el conflicto en Ucrania, antes de reiterar la necesidad de que cualquier conversación aborde "las causas subyacentes" de la guerra.
"Espero que la Administración Trump, incluido (Keith) Kellogg --nominado por el magnate como enviado especial para Ucrania y Rusia--, indaguen en las causas subyacentes del conflicto. Siempre estamos dispuestos para las consultas, dispuestos a confirmarlo de nuevo", ha manifestado, según ha recogido la agencia rusa de noticias Interfax.
"Si alguien no entiende nuestra posición, muy clara y formulada en reiteradas ocasiones. Estamos abiertos a cualquier negociación, siempre y cuando se aborde lo esencial, las causas subyacentes y los principios de los que el presidente (ruso, Vladimir) Putin referido", ha explicado Lavrov.
Así, ha sostenido que las recientes declaraciones de Kellogg afirmando que los Acuerdo de Minsk fueron un "intento fallido" de lograr un fin al conflicto en el este de Ucrania revelan que "aún ha de indagar más profundo en el tema". "Los Acuerdos de Minsk no fueron un intento, fueron una decisión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que fue pisoteada", ha argüido.
Por ello, ha reiterado que Rusia "no estará satisfecha con unas conversaciones vacías" y ha descartado la posibilidad de "algún tipo de tregua", debido a que "no se esconde que esta tregua busca ganar tiempo para seguir armando a Ucrania". "Un alto el fuego es un camino a ninguna parte", ha subrayado.
"Necesitamos acuerdos legales finales que fijen las condiciones para garantizar la seguridad de Rusia y, por supuesto, los intereses legítimos de seguridad de nuestros vecinos", ha dicho, al tiempo que ha insistido en que esto debe tener lugar "en un contexto que garantice la imposibilidad de violar estos acuerdos, de una manera legal internacional".
Trump nominó a Kellogg para este nuevo cargo, concebido como un eje de un proceso de negociaciones entre ambos países para lograr poner fin a la guerra en Ucrania, desatada en febrero de 2022 tras la orden de invasión firmada por Putin. El este del país ya era escenario de un conflicto desde 2014 entre el Ejército y separatistas prorrusos.
El magnate republicano, que regresará en enero a la Casa Blanca para un segundo mandato tras imponerse en las elecciones celebradas en noviembre, ha asegurado en varias ocasiones ser capaz de poner fin al conflicto, además de afirmar que Putin no hubiera ordenado la invasión de haber estado él al frente del país norteamericano en lugar del actual mandatario, Joe Bien.