El Ayuntamiento de Valladolid prepara una nueva ordenanza de recogida selectiva de residuos domésticos y de limpieza viaria, que entrará en vigor en 2025. Esta norma no será la única que sancione los comportamientos incívicos de los vecinos, ya que la de protección del medio urbano ya fija multas de hasta 750 euros, si es falta leve, por hacer las necesidades o escupir en la calle, además de por no recoger las heces de las mascotas, por tirar basura al suelo o depositarla en los contenedores fuera de hora. La lista de comportamientos que tienen sanción según la 'legislación' municipal es muy amplia e incluyen costumbres como sacudir las alfombras o regar las plantas en balcones que dan a la vía pública, bañarse en fuentes o subirse árboles o lavar los coches en la calle.
La mayoría de las multas que impone la Policía Municipal derivan de la ordenanza de protección del medio urbano, que se actualizó en 2018. En concreto, el año pasado se contabilizaron 1.870, de las que 775 fueron por hacer las necesidades en la vía pública. Los agentes controlan especialmente las zonas de ocio nocturno los fines de semana, aunque esta conducta incívica no es exclusiva de los más jóvenes. En este caso se considera una sanción leve, que según la catalogación del agente puede ascender hasta 750 euros. La misma cuantía con la que se penaliza no recoger las heces de las mascotas, o a partir de enero del próximo año, no limpiar con agua jabonosa sus orines. En este caso, el número de multas anuales es mínimo, ya que la Policía solo impuso 16 en 2023. Aunque también se fijan infracciones graves, con sanciones entre 750 y 1.500 euros; y muy graves, con hasta 3.000 euros de multa como máximo. Eso sí, en todas se prevé la posibilidad de reducir en un 50% la sanción propuesta en caso del pago voluntario, en reconocimiento de la responsabilidad antes de la resolución del procedimiento sancionador.
Estas normativas tiene como objetivo prioritario evitar problemas de convivencia y recurren a las penalizaciones económicas para tratar de erradicar hábitos incívicos. Aunque desde el Ayuntamiento se insiste en que lo prioritario es trabajar en la «concienciación para que los ciudadanos erradiquen esas conductas».
160124JT_0096.JPG - Foto: Jonathan TajesEn este sentido, se ha buscado la colaboración del Colegio de Veterinarios para una campaña conjunta donde se insiste en la importancia de la tenencia responsable de animales de compañía. Y se recuerda a los propietarios una serie de compromisos básicos para asegurar tanto el cuidado de las mascotas como la convivencia con las personas, sin descuidar la perspectiva de la salud pública.
También se está diseñando otra, que se pondrá en marcha en los próximos meses, para tratar de que los ciudadanos y los negocios se habitúen a plegar las cajas de cartón para introducirlas en los contenedores. Se trata de evitar el habitual paisaje de las cajas apiladas junto a él si no hay espacio. Un problema en la mayoría de las calles de la capital, al igual que el de los muebles abandonados. El año pasado se impusieron 147 multas, que pueden alcanzar hasta los 750 euros.
En el tema de limpieza se consideran infracciones leves el arrojar chicles, colillas o papeles al suelo. En el mismo paquete están la prohibición de pegar carteles, pintar paredes o dejar publicidad en elementos comunes. En este caso, se han habilitado espacios, paneles o soportes de uso gratuito para la difusión de actividades, campañas e iniciativas sin ánimo de lucro.
Limitaciones
Además, hay una tercera ordenanza, la de ruidos y vibraciones, que también fija sanciones para los vecinos que causen molestias en las viviendas o con los vehículos. Estos casos suponen otra parte muy importante de las multas, ya que los agentes impusieron 658 el año pasado.
Unas molestias que se tratan de evitar también en los espacios verdes públicos, donde se prohíbe el uso de aparatos reproductores a un volumen puedan perturbar a los usuarios. En el listado hay muchas que muchos vecinos desconocen, como que no se puede mantener en funcionamiento el motor de los vehículos una vez estacionados, al igual que aceleraciones reiteradas de motor que no sean necesarias.