El número de viviendas de obra nueva visadas en 2023 subió levemente en Valladolid respecto al año anterior. El Colegio de Arquitectos de Valladolid (Coava) visó proyectos para la construcción de 1.384 viviendas el año pasado, 57 más que en 2022.
La variación, que supone un alza del 4,3%, mantiene las cifras de visados lejos de las observadas en 2021, cuando tras la pandemia y el confinamiento creció con más fuerza la construcción de vivienda.
Desde la institución colegial entienden que "es una época, muy dilatada en el tiempo, en la que los precios son un poco inciertos, y esto hace que no termine de remontar lógicamente la construcción", tal y como señala Manuel Vecino, presidente del Coava, quien, a través de un comunicado recogido por Europa Press, añade que "desde la crisis de 2008 la construcción no ha llegado a remontar, ha levantado un poco el vuelo, pero de manera muy rasa, muy por debajo de los niveles necesarios según una posible demanda natural".
En concreto, los visados de obra nueva se sitúan en una cifra parecida a la de 2022, lejos de los 1.713 sellados en 2021 e incluso por debajo todavía de las cifras prepandemia, cuando en 2019 se firmaron 1.513. En 2020, el número resultó más bajo por los meses de paralización de la actividad durante el confinamiento.
Caída de la unifamiliar y subida de las piscinas
Pese a que en los dos últimos años la demanda de vivienda unifamiliar había disparado su construcción, en 2023 el número de edificaciones visadas de este tipo se ha visto reducido prácticamente a la mitad, con un total de 294 frente a las 552 otorgadas en el ejercicio anterior, lo que supone una caída del 46,7%.
Este tipo de construcciones, que ganaron popularidad por ofrecer un espacio privado más abierto al aire libre, llegaron a representar el 41% de las viviendas de obra nueva visadas en 2022, si bien en 2023 han pasado a suponer apenas una de cada cinco.
Los que sí se mantienen estables son otro tipo de elementos de ocio en el seno de la finca, como es el caso de las piscinas, con 37 nuevas visadas en el último año, una más que en 2022 y la cifra más alta del último lustro.
Los veranos cada vez más largos y calurosos han jugado un papel en el incremento de esta demanda, aunque, incide Vecino, "para estos detalles se trata de un nivel económico bastante alto y hay que recordar que no todo el mundo se lo puede permitir".
Se reducen las reformas
La actividad del sector, que no se impulsa en el plano de las viviendas nuevas, tampoco se ha trasladado al de las reformas, ya que los visados para este tipo de trabajos se redujeron un 13% en 2023.
En concreto, el año pasado el Coava aprobó un total de 254 rehabilitaciones de cierto calado--las reformas menores no requieren de visado--en viviendas ya existentes.
No obstante, los arreglos en viviendas ya construidas han experimentado un fuerte impulso tras la pandemia con unas cifras que siguen representando aproximadamente el doble de las reformas que se realizaban anualmente antes del confinamiento. En este ámbito se incluyen todo tipo de rehabilitaciones, ampliaciones o cambios de uso de construcciones residenciales.
Tal y como sucede en los últimos años, en 2023 la inmensa mayoría de las nuevas construcciones para uso residencial que han sido visadas por el Coava eran de vivienda libre.
Sin embargo, las viviendas de protección oficial (VPO), 177 en total, sí que han aumentado con respecto a las cifras de años anteriores y suponen el 13% del total de proyectos aprobados, 8 puntos más que el año anterior.
Las edificaciones de nueva construcción para usos diferentes a la vivienda también experimentaron una fuerte bajada en el último año, en el que el Coava ha pasado de visar un total de 113.059 metros cuadrados de superficie en 2022 a 44.502 en 2023, un 60,8% menos y la cifra más baja desde hace cinco años. Estos proyectos comprenden elementos de uso comercial y equipamiento sanitario, hotelero, administrativo y docente, entre otros.
En cambio, las reformas en este tipo de construcciones experimentaron justo el fenómeno contrario, con una subida del 38,7% en el último año, en el que se realizaron intervenciones de rehabilitación sobre una superficie total de 55.411 metros cuadrados, frente a los 39.933 del ejercicio previo. De este modo, se ha vuelto a optar por reformar equipamientos ya existentes en lugar de construir nuevos.
"Hay promotoras que compran edificios ya enteros para reformarlos, que además están mejor situados. La obra nueva no va a ser tan céntrica, salvo excepciones, por razones evidentes, aunque tiene una mejor construcción y mucho mejores servicios", incide Vecino.
En este sentido, el presidente de la institución colegial pone de relieve otro fenómeno: "Tenemos un parque inmobiliario de edificaciones que requieren un retoque porque están bastante deterioradas. Con los edificios solamente actuamos cuando vemos el problema, no antes, y todo necesita un mantenimiento. Con el coche sí que tenemos esa mentalidad: si hay que cambiar el aceite, lo cambiamos, aunque no veamos el problema, pero con la vivienda no existe esa cultura y ojalá existiera porque nos evitaríamos cantidad de problemas".
Desde el Coava ya venían advirtiendo de la dificultad de mantener un comportamiento, el de 2021, que invitaba al optimismo con el aumento del número de visados, algo que se vuelve a constatar con las cifras de 2023, año para el cual esperaban que los datos se mantuviesen estables.
Perspectivas para 2024
Para 2024 las perspectivas no son muy halagüeñas: "No somos adivinos, pero suponemos que la cosa va a ser similar o incluso un poco peor que este año, con un leve descenso de la construcción y el visado", lamenta Vecino.
Desde el Colegio de Arquitectos inciden en que el contexto socioeconómico influye en el sector de la construcción, en este caso para mal. "Siendo optimista, podríamos decir que esto simplemente es pasajero, pero es que llevamos mucho tiempo diciendo que es pasajero", concluye el presidente del Coava.