El entrenador de la U.D Las Palmas, Diego Martínez, ha señalado, tras empatar ante el Real Valladolid (1-1), que el objetivo era ganar, que el punto logrado tras un partido muy sufrido puede llegar a ser determinante al final de temporada; y, por eso, le ha dado valor.
Además, ha explicado que en Valladolid se han dado "dos partidos: uno antes y otro después de la expulsión", ya que antes de la tarjeta roja a McKennan su equipo había mostrado concentración, y llevado el control del juego.
De hecho, habían logrado marcar un gol y le siguió la acción de un posible penalti a Oli Mcburnie, pero tras la expulsión tuvieron que recomponerse y, además, ha confesado que llegaron con nueve al final, ya que Viti acabó lesionado, pero sin opción de poder ser cambiado.
En este sentido, preguntado por Silva, ha advertido que ya ha supuesto un riesgo haberle sacado tantos minutos, pero lo hizo "por la coyuntura del partido", para tratar de amarrar el punto, señala Efe.
En cuanto a Darío Essugo, cuyo fallo defensivo acabó con esa expulsión de McKennan, ha admitido que fue "una acción evitable", pero considera que a la gente joven le cuesta más y es un jugador, que, en otros momentos, ha estado bien, por lo que no es justo señalarle.
"El partido se puso feo en la segunda parte, y tuvimos que darlo todo para asegurar el punto. Este equipo está demostrando que quiere estar en Primera, porque en la parte inicial lo tenían donde querían, pero luego la roja lo cambió todo.
Cree que han sufrido mucho por el esfuerzo y la tensión del encuentro, y que sus jugadores han dado todo lo que tenían, tanto en ese primer momento, en el que controlaron el juego, como cuando el rival empezó a apretar y a luchar por la victoria.
"Creo en este equipo, que lo vamos a conseguir, y entiendo que si vine en octubre con tres puntos y tenemos 24 y estamos en plena lucha, hay que seguir, confiando en lo que hacemos y pensando ya en el siguiente partido", ha concluido.