Los trabajadores extranjeros se duplican en una década

David Aso
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La provincia ha ganado 5.198 empleados en un año y en ese periodo los foráneos se han incrementado en casi 2.700, sin que se limiten ya a la hostelería, la construcción o el campo

En el sector del campo, los extranjeros ya representan uno de cada cinco trabajadores. - Foto: Jonathan Tajes

Definir el perfil de los trabajadores extranjeros en Valladolid empieza a resultar casi tan complicado como hacer lo propio con el de un español. No hace tantos años, sus destinos laborales se limitaban mayoritariamente a la hostelería, la construcción, ciertos puestos vinculados al comercio o por supuesto el campo, con minorías repartidas en el resto. Pero el panorama empezó a cambiar hace once años, cuando por fin empezaba a quedar atrás la crisis económica de 2008, coincidiendo a su vez con una carencia creciente de mano de obra que se extendía ya a otras áreas como la de transporte y logística o la de industria manufacturera (fábricas). Y hoy en día, con empresas de todos los sectores citados y algunos más clamando por vacantes que no consiguen cubrir, el cambio es un hecho. 

Ahora el trabajador extranjero sigue detrás de la barra, en la obra o en el campo, así como en la fábrica o el almacén, pero también atiende a pacientes en el hospital o el centro de salud, gana presencia en puestos administrativos y da clase en las academias y colegios (sobre todo como profesores nativos de idiomas) donde estudian sus hijos y los de todos, sin que esos casos sean ya algo excepcional. Porque sus alternativas laborales han aumentado, vienen cualificados, están motivados para seguir formándose en destino, cada mes son más (tantos como para que haya de todo, incluidos los que estigmatizan al colectivo en su conjunto), y en febrero alcanzaron una nueva cifra récord que, previsiblemente, no tardará en superarse.

La última actualización de la Seguridad Social, publicada el lunes de esta semana, refleja que en Valladolid ya trabajaban 19.288 personas con nacionalidad extranjera al término del mes pasado, 2.691 más que en febrero de 2024. Así han pasado a encarnar el 8,37% del total de trabajadores de la provincia (230.359), un porcentaje aún minoritario que, sin embargo, duplica el de hace apenas una década y hace que ya aporten más de la mitad del incremento neto de afiliados registrado en el conjunto del mercado laboral. No en vano, contando españoles, el número total de trabajadores aumentó en 5.198 en el último año, de modo que los citados 2.691 foráneos más suponen exactamente el 51,77%. Y no puede olvidarse la cantidad de personas nacidas en otros países que ya lograron la nacionalidad española y no computan en esta estadística como extranjeros; pueden ser más de 8.000, por lo que ese 8,37% de trabajadores extranjeros se elevaría con ellos hasta rondar el 12% del total.

Los trabajadores extranjeros se duplican en una décadaLos trabajadores extranjeros se duplican en una década

De hecho, el último censo anual publicado por el INE estima que en Valladolid vivían 37.166 personas con nacionalidad extranjera a 1 de enero de 2024, fecha en la que la Seguridad Social contabilizaba 16.320 afiliados extranjeros que equivalían a un 43,91% del total. Y en esa fecha añade el INE que ya vivían 14.903 personas con nacionalidad española pero nacidas en otros países, por lo que, si se presume una proporción similar de afiliados dentro este último colectivo, entonces ya serían más de 6.500, a los que habría que sumar unos 1.500 de los casi 3.000 que han llegado en el último año. Y eso sin contar los que no tienen papeles, no pueden tener un trabajo legal y no aparecen por ello en las estadísticas, que según estimaciones de fuentes no oficiales (ONG) pueden llegar a ?rondar los 3.000 en Valladolid.

La estadística de la Seguridad Social se remonta a enero de 2012, y no hay escalada interanual comparable con la vivida en 2024, como tampoco la hubo en 2023, aunque se quedara corta frente al año siguiente. En 2013 incluso se perdieron 1.426 trabajadores extranjeros, y todavía otros cinco en 2014 para dejar su cifra total en 8.450 al acabar ese año; pero desde entonces se han ido a más del doble (+128,26%).

Sólo la pandemia frenó temporalmente la llegada de mano de obra foránea (-36 en 2020), y si en los ejercicios precedentes a la covid su ritmo de aumento ya se había elevado hasta situarse en torno a un millar por ejercicio, en 2023 se duplicó (+2.092) y en 2024 ha quedado cerca de triplicarse (+2.780). De ahí que, del incremento neto de 10.838 trabajadores extranjeros registrado desde diciembre de 2014, casi la mitad, 5.058, se haya concentrado en los dos últimos años y los dos primeros meses del actual. 

Su presencia ha ido en aumento así en casi todos los sectores. Cierto que la hostelería sigue siendo la actividad que más extranjeros emplea (2.827 al término del mes pasado), pero en 2012 concentraba el 21,47% de la mano de obra foránea disponible en Valladolid y ahora ese porcentaje ya ha bajado al 16,35%. Igual que ha bajado tal proporción en la construcción (del 13,2 al 10,94%) o en el comercio (del 13,61 al 11,84%) dentro de ese intervalo. También en la educación (del 4,74 al 3,5%), si bien en este sector la cifra de foráneos casi se ha duplicado (de 343 a 606).

La industria manufacturera, mientras, es la sección de actividad que más extranjeros ha sumado en los últimos años y ha pasado de copar el 9,61% de los que había en Valladolid en enero de 2012 al 13,11% el mes pasado, tras incrementarse en ese periodo de 696 a 2.268 afiliados (+1.572). Además, su presencia se ha triplicado en actividades profesionales, científicas y técnicas (de 164 a 494, así como de ser el 1,51% de los extranjeros al 3,82%), y casi en la misma proporción, pero con cifras absolutas más altas, se han incorporado a las actividades sanitarias y de servicios sociales (de 459 a 1.388, del 2,4 al 5,13%).

Mestizaje laboral

Ahora ya no hay ningún sector relevante donde el empleo de foráneos no vaya claramente al alza. El 12,2% del total de afiliados que se dedicaban a la hostelería en 2012 era de nacionalidad extranjera y hoy en día son el 18,18%, aunque le ha superado el campo en este aspecto, tras incrementarse tal porcentaje del 7,15 al 20,17% en el mismo intervalo. Destaca además el ritmo al que crece el peso de la mano de obra foránea en transporte y almacenamiento (del 7 al 15,5%) o en la construcción (del 6,77 al 13,07%), siendo así cuatro secciones de actividad las que registran proporciones por encima del 12%, cuando hace apenas una década sólo la hostelería superaba tal cota. Y esos porcentajes, con toda seguridad, van a seguir en aumento y a mayor ritmo, con el siguiente hito a la vuelta de la esquina, el 20 de mayo, cuando entre en vigor una reforma del reglamento de Extranjería que incluye nuevas fórmulas de arraigo para facilitar la regularización de extranjeros sin papeles.