Fiscalía de Valladolid solicita una multa de 6.000 euros a un nonagenario, C.R.B, al que acusa de un delito de agresión sexual cometido en septiembre de 2022 sobre una joven de 21 años a la que, presuntamente, tocó la zona genital cuando la víctima se hallaba sentada en un banco.
En su escrito de calificación provisional de los hechos, la acusación pública tipifica los hechos como un delito de agresión sexual y solicita para el acusado, de 92 años actualmente, la referida multa, la prohibición de aproximarse a la joven, su domicilio o cualquier lugar frecuentado por la misma a una distancia no inferior de 500 metros y a comunicarse con ella por cualquier medio por el tiempo de dos años, así como su inhabilitación especial para cualquier profesión, oficio o actividades, sean o no retribuidos, que conlleve contacto regular y directo con personas menores de edad por un tiempo superior de dos años.
El encausado, según el escrito recogido por Europa Press, debería abonar a la perjudicada, en concepto de responsabilidad civil, la cantidad de 500 euros por los perjuicios causados.
Los hechos, objeto de juicio este mes de octubre en un juzgado de lo penal de la ciudad, se produjeron sobre las 12.40 horas del día 3 de septiembre de 2022, cuando la joven se encontraba sentada en un banco de la Plaza San Miguel en compañía de su hermano.
En ese momento, el anciano, representado en el proceso por el letrado Fernando Capellán, del bufete Tresierra y Asociados, se sentó con ellos y comenzó a conversar. En un momento dado, el hermano de la supuesta víctima se ausentó y el encausado, aprovechando que ella se había quedado sola en el banco, se sentó a su lado y cambiando el matiz de la conversación comenzó a realizarle preguntas de carácter sexual.
"Muy cachondo"
"¿Te han dado alguna vez por el culo?, ¿te gustan las pollas grandes?", son algunas de las preguntas que, siempre según la acusación pública, trasladó el anciano a la joven, quien, incomodada por el cariz de las mismas, optó por levantarse con el fin de abandonar el lugar.
Ante ello, el anciano pidió perdón a la denunciante, a la que reconoció que le había puesto "muy cachondo", y guiado por el ánimo de atentar contra su libertad sexual y sin mediar consentimiento de ella, tras agarrarla del brazo, la metió la mano por debajo de la pernera de los pantalones cortos que llevaba, llegando a tocarle la zona genital. La joven logró zafarse de su agresor y abandonar el lugar, dando aviso inmediatamente de lo sucedido.
La perjudicada no sufrió lesiones físicas, aunque los hechos le generaron un cuadro de ansiedad.