Santiago González

CARTA DEL DIRECTOR

Santiago González

Director de El Día de Valladolid


El mercado laboral necesita la llegada de más extranjeros

23/03/2025

Siempre he defendido las ventajas, muchas más que los inconvenientes, de la llegada de inmigrantes a la provincia, algo que se ha disparado durante este siglo. Aparte de lo que puedan aportar a la lucha contra la despoblación, en especial en el medio rural, o al sostenimiento de la natalidad, su presencia y participación es imprescindible para seguir impulsando la actividad económica y el desarrollo de Valladolid. De hecho, algunos sectores productivos ya están notando una alarmante falta de mano de obra que, en algunos casos, pone en peligro incluso el sostenimiento de empresas al no encontrar trabajadores entre los desempleados españoles. Ante esta situación general, la presencia de personas extranjeras en las calles y en la vida vallisoletana debe visualizarse de forma positiva. La mayoría de estos emigrantes llegan en busca de oportunidades, de una mayor seguridad para ellos y sus familias, de un futuro mejor. 

Evidentemente, las familias y personas que llegan de otras partes del mundo son diversas, tanto o más que las que nacimos y nos criamos en territorio español, pero vienen con ganas de rehacer su vida, sin regatear esfuerzos por aprender y trabajar, con la esperanza de poder vivir dignamente y en paz. Esas son las ilusiones de miles de hombres, mujeres y niños, a quienes debemos facilitar su integración en la sociedad vallisoletana porque pueden y deben aportar mucho, ya lo están haciendo, en los próximos años y décadas. Estos vecinos, como cualquier otro, son imprescindibles para hacer más grande y más próspera a Valladolid.

Las cifras ya evidencian esta realidad, que ninguna persona, colectivo o formación política puede negar. Sin ir más lejos, en el último año más de la mitad de los nuevos trabajadores en la provincia son extranjeros y eso lo dicen las afiliaciones a la Seguridad Social, o sea que no hay trampa ni cartón. Desde luego es un récord, con los datos del pasado mes de febrero, pero seguro que resulta efímero, pues en los próximos meses se irán superando ante la necesidad de mano de obra y la falta de profesionales oriundos que quieran acudir a esa oferta. Ya superan el ocho por ciento del mercado laboral y seguro que pronto acanzan el 10 por ciento de todos los afiliados en Valladolid, una cifra muy respetable que desde luego hay que tener en cuenta para el presente y para el futuro.

Otro aspecto que destaca de la incorporación de inmigrantes a nuestra sociedad es la diversificación que se ha producido en los últimos años. Antes, los extranjeros solo tenían cabida en el campo, en la hostelería y en la construcción, sin embargo esto se ha ido extendiendo y ya es complicado encontrar sectores donde no haya un porcentaje creciente de personas llegadas de otros países con una formación sólida, en muchas ocasiones, y con ganas de reciclarse, adaptarse e incorporarse con plenos derechos a nuestro mercado laboral y a nuestra vida en las ciudades.

Ellos no son los únicos que necesitan esta integración. Como dije al principio, también el tejido productivo de nuestra provincia y de Castilla y León precisa de profesionales que ocupen las vacantes que dejan libres el relevo generacional o los nuevos empleos que surgen del crecimiento económico. Y también en muchos casos, los inmigrantes tienen que hacerse cargo de tareas que los españoles no están dispuestos a realizar. De ahí que en el campo y las granjas, en la hostelería, en los servicios a la dependencia y en otros ámbitos hay verdaderas dificultades para cubrir las plazas con personas que no sean emigrantes. El transporte también es un sector muy dependiente de los extranjeros y, por ejemplo, la patronal Asetra ha tenido que recurrir a conductores peruanos, aunque ahora se ha encontrado con otra dificultad, la terrible burocracia existente y el atasco de la oficina de extranjería a la hora de conceder permisos de residencia.

En definitiva, los extranjeros son parte de nuestra sociedad y colaboran, como debemos hacer todos, al mayor desarrollo de Valladolid y hay que reconocerlo como tal.