Villalar ya no es Villalar. Al menos no de los Comuneros. El nombre del municipio está perdiendo en parte su sentido. La tradicional fiesta de la Comunidad el 23 de abril ya no se celebrará en el pueblo en exclusiva después de la decisión de la Junta de Castilla y León de deslocalizarla y organizar actos en todas las capitales de provincia, Ponferrada (León), Aranda y Mirada de Duero (Burgos). Una decisión que no ha sentado nada bien a los vecinos de la localidad, que critican la decisión y el empeño del Ejecutivo regional de ahogar la fiesta que históricamente se ha celebrado en el municipio. Si bien es cierto que, acostumbrados «a algunos desprecios» a lo largo de la historia de la celebración, también existe un importante grado de indiferencia sobre las decisiones que puedan adoptarse en este sentido.
No se resignan y consideran que Villalar siempre ha sido el centro neurálgico de las celebraciones del día 23 de abril y no entienden la política que está desarrollando la Junta con el objetivo de cohesionar todas las provincias de la Comunidad. El regidor, Luis Alonso Laguna, no entiende cómo en esta ocasión no se han pactado las actividades que se vayan a llevar a cabo el 23 de abril en Villalar. Recuerda que ya en el mes de octubre se puso en contacto con la Consejería de Presidencia y entonces se encontró con la primera negativa. Elaboraron un programa de cuatro días de actos conmemorativos dedicados especialmente a la música. Estaban representados los estilos como Rap, Folk, Hip-Hop o Rock, pero desde la Fundación Castilla y León dejaron claro que no iban a hacer nada más allá de la programación del año anterior.
El Ayuntamiento organizó el año pasado 63 actuaciones diferentes con motivo del Día de Castilla y León, algo que no sucederá este año. En esta ocasión, la jornada festiva comenzará a las diez de la mañana con una carrera popular y una marcha familiar. El resto de la jornada se podrá completar con actividades gastronómicas y musicales. Habrá seis puestos de comida, donde se podrá degustar pincho y bebida por tres euros. En cuanto a las actividades musicales, se ofrecerían durante el día bailes regionales a cargo de grupos de niños y de personas mayores, y ya entrada la tarde, a las 19.00 horas, se celebraría un concierto a cargo de un grupo de música local.
El Consistorio tiene claro que no puede afrontar cada año una programación en solitario y no por falta de fondos, sino por un tema organizativo. No habrá programa más allá del de la Junta. El escenario central permanecerá vacío durante el resto de la jornada. El ambiente, por lo tanto, no será el mismo. Algunos vecinos entienden que la Junta pretende que Villalar no sea el Villalar histórico que se ha conocido durante décadas el 23 de abril. «Tendremos que ir a ver a Mañueco todos y concentrarnos allí para que vea que Villalar no está conforme», relata María Sarmentero, que no se conforma con lo que está ocurriendo.
Ven bien el hecho de que haya actos en otras provincias para que los vecinos que residen lejos de Villalar puedan tener actividades con las que sentirse identificados, pero entienden que esta circunstancia no debe ser excluyente con el hecho de continuar potenciando la celebración en el municipio. Aseguran no entender cómo se intenta mitigar un evento que pasó históricamente en su pueblo.
No obstante, tienen claro que la gente va a continuar apoyando la celebración y, aunque no lo reconocen abiertamente, dejan entrever que esperan incluso más gente que cuando la campa cuenta con una amplia programación cultural y de ocio. «El año pasado nos acompañaron cerca de 30.000 personas y este año yo creo que puede ser algo similar», aclara el alcalde.
Como ocurre todos los años, la climatología marcará en buena parte el número de personas que se acercarán a la campa. Lo que quieren dejar claro los vecinos es que todas aquellas personas que se aproximen hasta el pueblo lo vivirán «como cualquier otro año». El apoyo de las asociaciones que tradicionalmente acuden a la fiesta volverá a estar presente un año más y se volverán a instalar sus puestos. «La gente que venga se va a encontrar un Villalar normal, como otros años».
Ya pasó con aznar. Desde el Ayuntamiento recuerdan que esta circunstancia que? están viviendo ahora ya la pasaron en el año 1987, cuando el expresidente de la Junta y del Gobierno de España José María Aznar, «tomó decisiones en contra de la fiesta». El regidor comenta que también tuvieron unos años malos, pero que el Ejecutivo regional no tuvo más remedio que volver al pueblo porque «cada vez venía más gente».
A día de hoy, el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, no ha confirmado su presencia en Villalar el día 23 y se desconoce si habrá acto institucional como todos los años. «A mí nadie me ha confirmado nada». Evidentemente, sí se celebrarán las tradicionales ofrendas florales en el monolito ubicado en la Plaza Mayor.
Será, en definitiva, un Villalar más, tradicional sí, pero sin una programación más completa organizada por la Fundación Castilla y León y con un sentimiento vecinal de indiferencia y dejadez ante las decisiones que se adopten fuera del municipio en relación a la fiesta.