"Cansada de estar en el ojo del huracán", Sara Socas abandona el mundo del "freestyle" en el que se convirtió en la primera española que llegó a una final nacional de batalla de gallos para entregarse a su otro sueño, "la música", con un primer disco que bebe de rap, trap, bachata y r&b.
"Era importante saber en qué momento decir: 'Hasta aquí'. No tiene por qué ser algo definitivo, pero tener una ideología muy marcada te pone constantemente en el foco, genera polémica y odios y acabé harta de justificarme", explica al rubricar el inicio de su nueva etapa artística con la publicación este viernes de 'TFN-MAD', que define como "un acto de amor" por sí misma.
Fue hace dos años cuando empezó a trabajar junto a Acción Sánchez, miembro de SFDK, con la intención de "probar" y quizás lanzar "algo más cortito" como un EP. "Pero conectamos muy bien y me descubrí mucho a mí misma en esa mezcla de música moderna con toques antiguos, muy latinos, de bachata con rap", relata Socas (Tegueste, Tenerife, 1997).
A ese respecto, explica que prefiere que la definan como música antes que como rapera. "Porque si no, la gente espera que todo lo que saques sea rap con ritmos noventeros y barras todo el tiempo, siempre con la misma estética, pero yo pienso que se puede mezclar con muchas cosas", alega.
Como indica el título del disco, que alude a las siglas aeroportuarias de Madrid y su Tenerife natal, hace un año comprendió que tenía "un viaje" entre las manos en forma de canciones, la mayoría producidas por Acción Sánchez, aunque también han trabajado tras los controles profesionales como su paisana canaria Espineli o el argentino nominado a los Latin Grammy Nico Cotton, entre otros.
"Este disco habla mucho del crecimiento personal, de las caídas y de las veces que me he levantado desde que empecé a rapear hace 7 años. No es un viaje físico, sino personal, pero se ha movido entre esos dos lugares, entre lo que escuchaba en mi adolescencia y todo lo que he conocido en la gran ciudad", explica esta admiradora declarada de Cruz Cafuné y Juan Luis Guerra.
Machismo en la música urbana
En 'Me sale redondo', que nació de un ejercicio de improvisación frente al micrófono relatando su biografía artística, confiesa por ejemplo las dudas sobre su posición en el ámbito urbano por su condición de mujer, mientras que en otro corte se define como "un chucho entre tanto pedigrí".
"En general baila mucho entre el decir: 'Me merezco lo que tengo', entre la aceptación, y entre la rabia que se nota en algunos ritmos, como en 'Chucho', que es el único trap del disco, o en 'Spanish, que es puro rap duro y crudo, el más político", señala.
Tanto en ese corte, como en el más esperanzador 'El mundo', Socas realiza una radiografía de todo lo que hay que cambiar en cuanto a derechos y discriminación, por ejemplo en cuanto a machismo, y repite en el estribillo una especie de mantra: "El problema del mundo / Y de que sea tan siniestro / Es que nos creemos maestros / Cuando somos alumnos".
"La de 'maestro' es una palabra a la que tengo mucho respeto, porque mis padres lo eran. Yo me siento más bien como una alumna que ha tenido que lidiar con muchas cosas, pero que ha llegado a un sitio y que puede demostrarles a otras alumnas que también pueden llegar hasta aquí", dice este referente nacional en la música urbana.
Opina que "ha habido avances" para las mujeres en ese sentido, como bien ilustra la reciente victoria de la colombiana Karol G en los Latin Grammy al cosechar, entre otros premios, los galardones a álbum del año y mejor disco urbano por "Mañana será bonito".
Socas sí cita como "maestra" a la rapera de origen caboverdiano Erika Dos Santos, pionera del "freestyle" femenino y una de las cuatro músicas femeninas que la acompañarán en su próxima gira, algo conscientemente "intencionado".
"Más allá de hablar de feminismo, lo mejor era que sobre el escenario visual y musicalmente estemos ahí", reivindica quien el 20 de diciembre arrancará sus conciertos en la sala Apolo de Barcelona y que actuará en ciudades como Sevilla (19 de enero, Sala La 2), Granada (20 de enero, Aliatar) o Madrid (27 de enero, sala Mon Live).