Una delegación de la ciudad china de Taizhou fue de las primeras en conocer el primer proyecto para construir un parque agroalimentario en Valladolid en junio de 2011. Transcurridos casi 15 años, la idea no se puede calificar de cuento chino, pero se ha reiniciado por segunda vez todo el proceso para desarrollar esta infraestructura, ahora más centrada en la logística, junto a la nueva estación de ferrocarril intermodal, en el Páramo de San Isidro.
En este tiempo el sector agroalimentario ha experimentado un importante crecimiento, pero el motor del proyecto será la parte logística, en plena expansión, y muy vinculada al nodo ferroviario, que funcionará a pleno rendimiento a mediados del próximo año. De hecho, cuando se decidió cambiar la ubicación del parque de la zona de Palomares a la del Páramo San Isidro fue precisamente para vincular su desarrollo al complejo ferroviario. En ese momento, noviembre de 2016, con un gobierno municipal de PSOE y VTLP, se anunció que las obras se desarrollarían principalmente entre 2020 y 2030, con una inversión cercana a los cien millones de euros y una previsión de crear en torno a 5.000 empleos.
En 2022, con un plan de viabilidad contratado, se habla de que el futuro Parque Logístico Agroalimentario sería un proyecto de referencia no solo en la Comunidad Autónoma sino en el noroeste de España. Pero la iniciativa entró en vía muerta, mientras las obras del complejo ferroviario han seguido avanzando.
El nuevo equipo de Gobierno (PP-Vox) reinició en noviembre del año paso su tramitación. Y ahora, coincidiendo casi en el tiempo con la puesta en marcha de la primera fase de la nueva estación, se adjudicará, tras varios retrasos, el contrato para que una consultora elabore un estudio de viabilidad. El trabajo debe concluir con un plan director para el desarrollo del ahora renombrado como 'Hub LAV', previo análisis de mercado, funcional, jurídico de explotación y económico-financiero.
Necesidades
La consultora Teirlog, una de las dos que se presentó al concurso y a la que se le adjudicará, ya ha realizado un diagnóstico previo para el desarrollo de esta infraestructura. Y concluye que la ciudad necesita 330 hectáreas de suelo para atender la demanda vinculada a la puesta en marcha de uno de los siete nodos ferroviarios en España. En este sentido, se avanza que por esta terminal, una de las tres más grandes de Europa, pasarán entre 3 y 10 millones de toneladas en 2050.
La radiografía, que presenta la empresa encarga de al análisis de viabilidad de Hub LAV, muestra que en la ciudad y su entorno se localizan 18.399.974 metros cuadrados de suelos brutos de actividad económica desarrollados o en desarrollo, de los cuales 7.935.186 están dentro del término municipal. También apunta que los suelos pendientes de desarrollar (urbanos no consolidados y urbanizable) de uso productivo exclusivo suman un stock desarrollable de 3.244.466 metros cuadrados.
Un análisis que baja un escalón más y alerta de que el stock de suelo disponible apto para albergar actividades logísticas en parcelas de al menos 10.000 metros cuadrados se cuantifica en 48 hectáreas. Insuficientes para atender las previsiones del mercado.
Y lo mismo pasa con las previsiones de demanda de plazas de estacionamiento para vehículos pesados. Aquí se apunta que al déficit actual de 759 plazas habría que sumar las demandadas por los nuevos suelos, sumando otras 533 plazas en un escenario de mínimos y 1.600 en uno de máximos, totalizando entre 1.293 y 2.359 nuevas plazas en 2040, lo que hace necesario habilitar entre 16 y 30 hectáreas.
Unos datos con los que trabajará la Agencia de Innovación y Desarrollo Económico, encargada de desarrollar el proyecto. Su gerente, Fernando Rubio, subraya que «estamos ante un gran proyecto de ciudad, que debe planificar inversiones a 30 años vista y anticipar necesidades industriales y de empleo para nuestra economía local hasta 2050».