Éxito total. La cabalgata de taxis para los 'yayos', que anoche celebró su quinta edición, volvió a impregnar el centro de Valladolid del auténtico espíritu de la Navidad. 67 taxistas llevaron en volandas a 187 ancianos de 20 residencias.

"Ha sido fascinante. Gracias a los medios de comunicación, a través de los cuales dije que los coches de dos compañeros se habían averiado, corrió la voz y se me apuntaron cuatro más", comentó Alberto Romo, presidente de RadioTaxi Valladolid, que confiesa que se le pusieron los pelos de punta y se le saltaban las lágrimas en en la calle Santiago: "Los abuelos lo han agradecido muchísimo, está todo el mundo compartiendo fotos en redes sociales, y eso nos llena de orgullo".

Paseo de Zorrilla, Paseo de Filipinos, Plaza Colón, Gamazo, Madrid, Plaza de España, Plaza Duque de la Victoria, Plaza Mayor, Santiago, Doctrinos… "y de regreso cada uno a su casa".

La cruda realidad. "Les hemos sacado de la monotonía, les hemos hecho ver lo que de otra manera era imposible. La señora Alicia, que estaba a mi lado, e iba en silla de ruedas, al volver, le dije que sentía tener que devolverla a su residencia, y me contestó: 'Muchas gracias, hijo'". Reconoce que hay seis abuelos que se quedaron fuera, pero les garantiza que si sus familiares quieren, también saldrán. 

En la calle Santiago se palpaba una emoción incontenible ya que muchos de los taxistas que, como Alberto, habían perdido a sus abuelos, e incluso a esos viandantes que también habían dejado de disfrutarlos y que los echaban de menos, vieron en ellos a muchos de esos ancianos que, emocionados, les saludaban detrás de las ventanas de los coches. De desconocidos a desconocidos, fueron familia por unos segundos. Esa es la Navidad.