La Fundación Franz Weber aseguró hoy que el informe encargado por la empresa promotora de las corridas de toros en Valladolid reconoce a su juicio la "baja" asistencia y la "incapacidad" para llegar a sumar más de un 50 por ciento de entradas vendidas durante 2024, lo que para esta entidad evidencia que la marca de "ciudad taurina" no es más que un "artificio subvencionado".
En un comunicado, recogido por Ical, señala que ni la feria de San Pedro Regalado, ni la de Nuestra Señora de San Lorenzo, ni tampoco las novilladas o recortes, generan un interés mayoritario entre la ciudadanía vallisoletana, frente a la programación sociocultural y musical.
Por ello, calificó el documento como "parcial" y "fake", puesto que explicó se afirma que cada aficionado gasta varios cientos de euros por asistir y realizar incluso compras en tiendas locales y que incluso pone sobre la mesa la hipótesis de "desproporcionados gastos indirectos" de los mismos por varios millones de euros, de los que -precisó- no existe una constatación real.
Sin embargo, expuso que el Ayuntamiento de Valladolid debe inyectar 180.000 euros para publicidad, charlas y otras actividades asociadas a la tauromaquia a través de un contrato de patrocinio con la misma empresa que encarga estos informes. Por ello, consideró que la marca "ciudad taurina" de Valladolid es un "lastre evidente".
"Si la tauromaquia en la capital castellano y leonesa tuviera el impacto que afirman sus promotores no sería necesario que las administraciones públicas, también la Junta de Castilla y León, debieran aportar ingentes subsidios directos e indirectos, y su propio acompañamiento, para generar esos resultados", añadió.
En su opinión, el "invento" de Valladolid como "ciudad taurina" no se sustenta a su modo de ver sobre una realidad social, sino sobre apoyos públicos que intentan introducir la tauromaquia como una actividad "mayoritaria o aceptable, cuando los datos de asistencia de dentro y fuera de la ciudad muestran lo contrario".
Finalmente, la Fundación recordó que el Ayuntamiento, gobernado por PP y Vox, hace caso omiso a las objeciones formuladas por el Comité de los Derechos del Niño en 2018 y 2023, pretendiendo integrar a niños y adolescentes en un conjunto de actividades "lesivas para su desarrollo o haciendo que se crean bulos".