Los dos varones y la mujer de origen dominicano que fueron detenidos en septiembre de 2022 en Valladolid en posesión de 700 gramos de cocaína valorada en 85.517 euros han conseguido eludir su expulsión de territorio español pero han asumido penas que en su conjunto se elevan a ocho años y ocho meses de prisión.
La vista de conformidad se ha celebrado este miércoles en la Sección Cuarta de lo Penal de la Audiencia de Valladolid, donde los dos varones, L.F.F. y M.E.C, han dado el sí a condenas de tres años y cuatro meses de cárcel y al pago de multas por importe de 86.000 euros, mientras que la hermana del segundo de ellos, Y.A.C, en calidad de cómplice, se ha conformado con dos años y 43.000 euros de multa, frente a los seis años y 200.000 euros que el fiscal del caso solicitaba inicialmente para cada uno de los tres.
La condena, recogida por Europa Press, no incluye la expulsión de los condenados del territorio español y la imposibilidad de regresar antes de diez años, petición complementaria que figura en el escrito de calificación provisional del acusador público.
Los dos condenados cumplirán las penas de prisión. En el caso de la mujer, la solicitud de suspensión de la ejecución de la pena por parte de su defensa está a expensas de que el tribunal estudie con detenimiento su histórico penal antes de pronunciarse a favor o en contra.
Uno de los acusados, L.F.F, fue interceptado sobre las 12.30 horas por la Policía Nacional al ser observado en actitud sospechosa cuando se encontraba en las inmediaciones de la Estación de Autobuses de Valladolid, en la Avenida del Puente Colgante.
En el momento de su detención, a la altura ya de la gasolinera sita en la referida vía, los agentes le ocuparon una bolsa de mano que contenía una cartera con un bloque apelmazado de una sustancia que resultó ser cocaína, con un peso de casi 500 gramos por valor de 33.154 euros y una riqueza del 76,26 por ciento.
El detenido, que residía en una vivienda con su esposa, Y.A.C, y el hermano de ésta, M.E.C, tuvo tiempo de avisar a la primera de su detención, con lo que la policía, ante el temor de que los otros dos acusados pudieran deshacerse de más droga que pudieran tener en el domicilio, acordó montar un dispositivo de vigilancia ante el inmueble.
De este modo, los agentes fueron testigos de cómo M.E.C. salía de la vivienda y le realizaron un seguimiento hasta que finalmente le detuvieron cuando portaba en su poder cuatro envoltorios con un total de 208 gramos de cocaína valorados en 52.363 euros y una balanza de precisión impregnada de la misma sustancia.