El Juzgado de Violencia sobre la Mujer ha decretado la apertura de juicio oral con jurado popular contra J.J.C.F, acusado del asesinato de su esposa, África C.B, ocurrido en junio de 2021 a cuchilladas en el chalé familiar.
Los hechos se produjeron el 21 de junio del pasado año en una vivienda unifamiliar de la calle Montreal de la urbanización de Santa Ana, donde el encausado acuchilló en numerosas ocasiones a su esposa, con la que tenía dos hijas de 18 y 16 años. Estaban en trámites de separación y no había habido denuncia previa por malos tratos.
El presunto responsable, un técnico de la Agencia Tributaria en Valladolid, se expone a una posible condena de 25 años por asesinato con la agravante de parentesco, tal y como solicitan tanto el fiscal como la acusación particular, representada por las hijas del matrimonio, y las dos acusaciones populares personadas en la causa, la Asociación Clara Campoamor y la Junta, según la información del Gabinete de Prensa del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León recogida por Europa Press.
También se solicita la privación de la patria potestad sobre una de las hijas, la menor, y la prohibición de aproximarse a una distancia inferior a 500 metros respecto de las dos hijas, su domicilio y su lugar de estudios o de trabajo durante 30 años y de comunicarse con ellas por cualquier medio o procedimiento durante el mismo tiempo.
En materia de responsabilidad civil, el fiscal solicita que el acusado indemnice al Sacyl en la cantidad 729,68 euros por los gastos derivados de la asistencia sanitaria prestada a la fallecida y que, en concepto de daños morales, abone a cada una de las dos hijas de la víctima 85.000 euros, 17.000 euros a cada uno de sus cinco hermanos y 43.000 euros a su padre.
La representación legal de las hijas, por su parte, pide 193.287,28 euros de indemnización para una de ellas y 197.643,53 para la otra.
Lesiones u homicido en grado de tentativa
La defensa, por contra, niega que los hechos fueran constitutivos de delito de asesinato y los califica de un delito consumado de lesiones o, subsidiariamente, de un delito de homicidio en grado de tentativa, concurriendo en ambos casos la circunstancia de parentesco, así como la atenuante de obrar por causas o estímulos tan poderosos que hayan producido arrebato, obcecación u otro estado pasional de entidad semejante y, únicamente respecto a la tentativa de homicidio, la excusa absolutoria incompleta de desistimiento voluntario pasivo del autor.
Así, solicita por el delito consumado de lesiones una pena de prisión de cinco años y, subsidiariamente, por de homicidio en grado de tentativa una pena de prisión de siete años y medido y, en materia de responsabilidad civil, indemnizaciones a cada una de sus hijas de 42.500 euros.
Desde octubre de 2020, la convivencia entre los esposos se encontraba muy deteriorada, hasta el punto de que no comían juntos y apenas se dirigían la palabra, salvo para mantener continuas discusiones que solían comenzar por cualquier motivo sin importancia y derivar hacia reproches que el acusado dirigía a ella sobre el hecho de que ésta no trabajase y no aportara, por tanto, ingresos a la economía familiar.
Finalmente, sobre las 16.30 horas del día 21 de junio de 2021, el acusado y mujer entablaron una de dichas discusiones en el salón, ubicado en la planta baja de la vivienda, en cuyo transcurso él se dirigió a la cocina de donde cogió dos cuchillos, uno de 215 mm de hoja monocortante y otro de 285 mm de hoja monocortante, y regresó al salón.
Fue en dicha dependencia donde, de forma sorpresiva e inesperada, siempre según las acusaciones, tiró a su mujer al suelo y empleando ambos cuchillos le asestó numerosas puñaladas por todo el cuerpo con ánimo de acabar con su vida, sin que ella tuviera oportunidad alguna de defenderse, y también para incrementar el dolor de la víctima.
Las hijas del matrimonio, que se encontraban en la planta superior de la vivienda, al oír los gritos de su madre pidiendo ayuda, bajaron al salón y vieron al acusado con los cuchillos en las manos, sobre su madre, que estaba tendida en el suelo.
Una de las hijas, conmocionada por la escena, procedió a salir corriendo de la casa, mientras que la otra comenzó a golpear a su padre en la espalda para tratar de quitarle de encima de su madre, sin conseguirlo.
En ese momento, la víctima pidió a su hija que llamara a la policía, por lo que ella subió a la segunda planta de la casa para coger el teléfono móvil. Cuando la hija bajaba por la escalera con el teléfono, se cruzó con el acusado, que subía con los cuchillos en la mano, y que le que ya se había acabado todo.
Intento de suicidio
A continuación, el acusado se encerró en el baño de la habitación de matrimonio donde se introdujo en la bañera, que llenó de agua, procediendo a autoinfligirse heridas superficiales en ambas muñecas.
Poco después, llegaron al lugar lo servicios de emergencia avisados por la hija y tras lograr reanimar a la víctima la trasladaron al hospital, donde fueron inútiles los intentos del personal médico para salvar la vida de la víctima, que finalmente falleció a las 20 horas de ese día.
Dicho fallecimiento se produjo a consecuencia del shock hemorrágico ocasionado por las múltiples heridas penetrantes de arma blanca descritas.
A continuación, el acusado se encerró en el baño de la habitación de matrimonio donde se introdujo en la bañera, que llenó de agua, procediendo a autoinfligirse heridas superficiales en ambas muñecas.
Poco después, llegaron al lugar lo servicios de emergencia avisados por la hija y tras lograr reanimar a la víctima la trasladaron al hospital, donde fueron inútiles los intentos del personal médico para salvar la vida de la víctima, que finalmente falleció a las 20 horas de ese día.
Dicho fallecimiento se produjo a consecuencia del shock hemorrágico ocasionado por las múltiples heridas penetrantes de arma blanca descritas.