Con más de 500 miembros, Fundación Adsis nace en 1996 como un proyecto de comunidades cristianas donde trabajaban personas voluntarias. En la actualidad, tiene presencia en doce provincias con un plan educativo que acoge a los miembros en sus hogares y dota de herramientas necesarias para la preparación a la vida adulta a jóvenes que están bajo el sistema de protección de la infancia de la Junta de Castilla y León. Un trabajo realizado por educadores sociales, técnicos y su directora, Luisa González Saavedra; que les convierte en pioneros en Valladolid, con un enfoque único en Castilla y León.
Desde el año de su fundación, son muchos los proyectos que desarrolla, como recoge Ical. En sus inicios, era un conjunto de comunidades cristianas sin ánimo de lucro, en las que trabajaban jóvenes voluntarios dentro de una acción social en las zonas más deprimidas de ciudades como; Barcelona, Bilbao, Pamplona y Valladolid. Con el trascurso de los años, el labor desempeñado se profesionaliza basándose en la intervención social de personas con formación hacia jóvenes y mujeres inmigrantes. En estos días, la directora destacaba su proyecto futuro basado en la implantación de apoyo psicológico a los individuos entre 18 y 21 años "al ser mayores de edad, ese apoyo se elimina por parte de la administración", incluía.
Como foco del trabajo en Valladolid, la fundación cuenta con dos hogares de menores tutelados. Situado en la parte inferior del mismo edificio, se encuentra el piso de transición a la vida adulta "en el que conviven los chavales que salen de los sistemas de protección con 18 años y necesitan una casa para independizarse", añadía González Saavedra. Además, una última vivienda unas calles más alejadas del propio centro. Incidía que no se tratan de una residencias universitarias, sino que son pisos donde deben convivir, preparar la comida, con horarios y también vida social. "En las salidas nocturnas no pueden llegar al centro con síntomas de consumo, y si se da el caso, se les prohíbe la entrada hasta que estos no se perciban", señaló.
Por otro lado, 'Enlace te acompaño' es otro de los proyectos dirigido a personas privadas de libertad, personas adultas en situación de vulnerabilidad o adolescentes que han estado bajo la tutela del Estado y donde los voluntarios les acompañan. Está constituido por 34 asistentes, 12 voluntarios y dos técnicos.
Otro programa interno, es el desarrollado por voluntarios en la cárcel de Villanubla destinado a personas que se encuentran es esas instalaciones y donde se lleva un proceso de selección para para participar "ya que no hay cabida para todos", incluía González Saavedra. De esta forma, se garantizan talleres a los individuos con el acompañamiento de la persona voluntaria y con el objetivo futuro de lograr su reinserción en el mercado laboral. De la misma manera, a las personas que están en tercer grado, en libertad vigilada, se las realiza un seguimiento y un apoyo "por ejemplo; las gestiones bancarias o la ayuda para buscar una vivienda", detalló la directora. Por último, la actividad `Educación en Valores´, un plan de sensibilización con los colegios; de violencia de género, de igualdad o cambio climático.
De manera general, se trata de un trabajo realizado por un equipo de educadores sociales y técnicos que también trabajan en red, donde González Saavedra insistía en su presencia dentro de la plataforma de voluntariado. En el caso de los menores, se encuentran acompañados en todo momento "por nuestros educadores", señaló. Sin embargo, en el caso las personas mayores de edad, la presencia del educador no es constante y con ellos se trabaja por el desarrollo de habilidades para que consigan su autonomía, cuando González Saavedra añadió: "Nosotros alargamos su mayoría de edad debido a que la administración cuando finaliza la tutela no pueden ayudarles, únicamente lo hace con la prestación económica impuesta en este tipo de proyectos".
Los individuos que reciben ayuda de Adsis lo hacen de manera voluntaria, y González Saavedra añadía que se tratan de personas con habilidades sociales que provienen de otros centros de protección. Durante el proceso de incorporación a las instalaciones, la fundación tiene sucesivas entrevistas con los interesados donde se les explica las bases del proyecto y las normas; remarcó que es "crucial" que entiendan los beneficios del programa para su proyecto de vida. De esta manera, la directora relataba que en algunas ocasiones había conflictos con las normas, pero lo hacía incidiendo en que es necesario entender que son personas que han vivido situaciones de crianza desfavorables y, este hecho se manifiesta con comportamientos de mucho tipo.
Voluntarios
Estas personas llegan gracias al "boca a boca" o bien mediante plataformas de voluntariado donde envían peticiones de información, mientras González Saavedra destacaba la relevancia del compromiso de la persona con la fundación durante un año para tener la posibilidad de formar parte de Adsis. En esta sintonía, concluía animando a individuos de todas las edades a formar parte, "prueba porque la satisfacción personal es muy probable que sea la más beneficiosa que tengáis en cualquier tipo de relación".
Financiación
A pesar de que a la directora del centro vallisoletano le gustaría seguir ampliando el proyecto y creciendo, todo depende de la financiación de la Junta. "Las plazas son suyas, hay limitaciones económicas y no depende de la fundación", incluía. De este modo, en el caso de los pisos, la ayuda económica proviene de la Junta exclusivamente. Por el contrario, en los hogares de transición la financiación la ayuda deriva de la colaboración conjunta de la Junta con la empresa Iberdrola.
A ello, González Saavedra añadía la cuantía económica procedente de los donativos y las subvenciones.
Por otro lado, es necesario el empadronamiento de las personas que deseen formar parte del plan, debido a que el sistema de protección a nivel estatal funciona de esta forma en la Comunidad Autónoma. La directora incidía; "Somos muchas personas en la iniciativa y esto conlleva una gran cantidad de trabajo de administración, recursos humanos y sobre todo, de formación". A ello se suma que se encuentra en un proceso de transformación digital, "como en el caso de Canarias donde se trabaja con gafas de realidad virtual con menores que tienen problemas de adiciones para hacer intervención terapéutica", incluyó.