El fútbol femenino ha crecido en interés y en volumen de licencias. Eso una realidad incontestable a nivel nacional. Y de ello dan fe los clubes de la provincia, que están apostando cada vez más por equipos íntegramente formados por jugadoras y que hacen que las licencias recogidas en la Federación de Castilla y León hayan aumentado en los últimos cinco años. Concretamente un 54%, pasando de las 370 en la campaña 2019/20, en el que hubo un descenso respecto al curso anterior, a las 573 de la actual temporada. Es decir, 203 más. Hablamos de fútbol y fútbol sala. Hablamos del Real Valladolid, del Parquesol, del San PíoX, del Atlético Laguna, del Juventud Rondilla, del Victoria o del Medinense, amén de todos aquellos que cuentan con equipos mixtos hasta infantiles, última categoría permitida para ello.
«El impulso del Mundial está haciendo que haya más equipos femeninos y no mixtos. Hay que ir paso a paso y formar a las jugadoras», señala Cristina Legido, coordinadora del Real Valladolid Femenino, que desde la pasada campaña cuenta con un equipo benjamín, uno alevín y otro infantil, que juegan en competiciones contra equipos masculinos; y desde esta con uno aficionado, el Real Valladolid Simancas B, que milita en la Liga Doble G (Segunda Regional), que se suman al Real Valladolid Simancas, de la Liga Gonalpi (Primera Regional), equipo conveniado entre el club pucelano y el simanquino. «Tenemos que seguir creciendo. Queremos, si se puede, llegar dentro de unos años a la máxima categoría», añade con ambición. Su proyecto se inició con la base, continuó con cuerpos técnicos íntegramente femeninos y sigue en marcha, avisando de que «el fútbol femenino va creciendo, pero creo que somos demasiados clubes en base a las licencias que tenemos». El Real Valladolid cuenta con unas 80 jugadores entre esos cinco equipos.
Unas pocas más tiene el Parquesol, el club con el equipo en mayor categoría de la provincia, en la Tercera RFEF. En sénior tiene dos equipos más, a los que hay que unir un infantil y un alevín. «Más alguna jugadora en conjuntos mixtos. Más o menos mantenemos cifras, aunque algún año hemos llegado a tener cuatro equipos sénior y un benjamín», señala su presidente, Jacinto Santos. En el club naranja se asegura que no se ha notado el tirón del Mundial.
Tampoco en el Juventud Rondilla, uno de los pioneros del fútbol femenino. De su matriz surgió el primer Real Valladolid femenino que llegó a jugar la Superliga en 2009. «Hemos estado unos años sin fútbol femenino. Hace tres creamos una escuela y hace dos ya federados. La idea es crecer, incluso crear un Regional B y un infantil», señala su presidente, José Antonio Granado. Ahora tienen dos equipos, el de Liga Doble G y un alevín, bajo el nombre de Ribera Atlético CFF Valladolid hasta llegar a las 36 futbolistas: «Hay cantera y estamos creciendo».
También ha aumentado en licencias el Atlético Laguna, que cuenta con entre 60 y 70 jugadoras entre un equipo alevín y dos sénior, estos bajo el nombre de Atlético Lince. «Se nota más interés por parte de niñas, que antes estaban en equipos mixtos. Ahora con el Mundial hay más interés, pero los clubes somos pocos», señala el presidente, Francisco Javier del Pozo. El Atlético Laguna lleva ocho de sus doce años de historia apostando por el fútbol femenino. Llegó a tener equipo en Primera Nacional y tres de sus jugadoras, una de ellas fue internacional con la selección española sub 17, están hoy en la estructura del Atlético de Madrid.
Otro de los 'veteranos' dentro del fútbol femenino es el San Pío X, que lleva más de 16 años de apuesta en su estructura. Esta campaña tiene medio centenar de jugadoras en tres equipos, alevín, infantil y sénior, este en la Liga Gonalpi, aunque llegó a estar en nacional. «Sí hemos notado aumento tras el Mundial», reconoce su presidente, Nacho Margareto, que espera tener un benjamín para el año que viene.
Cerca trabajan Beatriz y José con el Fútbol Femenino Stars, una escuela de tecnificación «para que las niñas que quieran jugar o probar lo hagan». «No está creado para captar niñas para el San Pío X», matizan. Cuenta con 130 jugadoras, algunas federadas en otros clubes y otras que nunca han jugado, y en julio estarán con 30 en la Gothia Cup, el torneo internacional base más importante, que se jugará en Suecia. «Es el tercer año que estamos con la escuela. Empezamos con 40 niñas, subimos a 80 y ahora son 130. Ahí se ve el tema de la victoria en el Mundial», reconocen.
No muy lejos, en el barrio de La Victoria, el club que lleva el mismo nombre volvió el año pasado a apostar por un equipo íntegramente femenino, empezando por el alevín, que esta temporada es infantil. «La idea del club es intentar sacar un equipo Regional. Aparte de seguir con el infantil y apostar por más», señala su entrenador, Neo. El pasado verano ya hicieron una campaña de captación y reconocen que interés hay, «pero más en edades más tempranas».
En Medina este jueves se homenajeó a Rocío Pisador, la primera jugadora que llegó a categoría nacional. Allí el CD Medinense cuenta con un equipo en la Liga Doble G. «Tenemos 20 jugadoras de la comarca. El equipo es el origen de uno que tuvimos aquí en la escuela, se desligó pero ahora ha vuelto», explica su presidente, Kiko Téllez: «Para la 24/25 queremos tener un alevín o infantil. La idea es ir creciendo y formando cantera de niñas, aunque el problema es la falta de apoyos».
Aparte de estos clubes, y de los de fútbol sala, con el Atlético Valladolid T.G. Agrocesa y el Laguna FS VV-Laserum en Regional; hay otros con jugadoras en equipos mixtos, como el Tierno Galván o el Cabezón, en fútbol sala; y el Tudela, Belén, Sur, Marianistas, CD Aleste, Villa de Simancas, Unión Arroyo, Rioseco, Boecillo, ADEV Zafiro, Santovenia, Ribera Atlético, Pedrajas, Viana, Navarrés, Atlético Pincia , Don Bosco, Mojados, Ronda Oeste, San Viator o la Cistérniga, en el fútbol.
La Federación de Castilla y León tiene previsto celebrar una reunión el miércoles con los clubes de la Comunidad y tratar el crecimiento del fútbol femenino y la posible creación de algunas categorías y competiciones.