Una casa de comida casera en La Rondilla

M.B.
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David Azcona, Diana de la Fuente y José Luis Azcona nos abren las puertas de Casa Azcona, donde destaca un menú de cocina castellana, el calamar a la plancha, los callos o el arroz con bogavante

David Azcona, en la cocina de Casa Azcona. - Foto: Jonathan Tajes

David Azcona asegura que ha aprendido lo que sabe de cocina de su madre, María Ángeles, y de su abuela, también María Ángeles. «Es verdad que luego lees mucho, pero todo lo que sé es gracias a ellas», señala mientras prepara unos pimientos de bacalao y da los últimos toques a unas manitas de cordero y a un revuelto de trigueros en los fogones de 'Casa Azcona', el restaurante que comanda en La Rondilla junto a su mujer, Diana de la Fuente, y su padre, José Luis, desde julio de 2020: «Prácticamente cuando nos abrieron tras el confinamiento por la pandemia del covid».

Aunque su vinculación a la hostelería se remonta a hace dos décadas, cuando sus padres, José Luis y María Ángeles, comenzaron con el bar Ribera de Castilla, a pocos metros de su actual ubicación. En ese local también comenzó él en el sector, ayudando al terminar los estudios: «Allí ya dábamos comidas y cenas, aparte de ser el clásico bar de barrio». Su madre tuvo que dejar la cocina por enfermedad y ahí entró David. De aquello hace 15 años, aunque, como él mismo señala, María Ángeles sigue echando una mano cuando falta algún producto o quizá con alguna receta. «Con ella aprendí, pero la cocina también me gusta», apuntilla.

Hace unos años, el bar se les quedó pequeño y en plena pandemia les surgió la posibilidad de mudarse a la calle Linares, 46, donde por entonces había una hamburguesería, a escasos metros de donde estaban en La Rondilla. Y tras un mes de puesta a punto –«con mi primo Javier, que es jefe de cocina, ayudándome a arrancar», apostilla David–, levantaron la verja de un local al que pusieron Casa Azcona, por el apellido de la familia y «porque casa llama a comida casera». El 3 de julio de 2020, un mes después de salir del confinamiento, comenzaron su proyecto: «Nos pillaron cierres, horarios y la comida para llevar, y fuimos orientando el establecimiento a lo que tenemos ahora».

Calamar a la plancha en Casa Azcona.Calamar a la plancha en Casa Azcona.En Casa Azcona no hay carta, trabajan con un amplio menú del día, con cuatro primeros y cuatro segundos, más pan, bebida (agua o vino) y postre. Con cocido los miércoles. Y con un pescado siempre entre los segundos. Por 12,5 euros entre semana y 17,5 los findes, cuando añaden algún plato más e introducen alguno de sus clásicos, como el calamar a la plancha, que presenta entero, con un ajo-perejil y una salsa alioli «casera», y que suele ir acompañado de arroz negro o de verduras.

Y en lo de casero se centra David Azcona mientras continúa con los preparativos del día: «Todo lo hacemos aquí». Ese menú lo decide al acabar cada jornada, siempre en función del mercado y de lo que éste le ofrece: «Tiramos todo lo que podemos de productos del barrio». 

A las cinco y medio de la mañana, David entra en la cocina y empieza con los preparativos del día, los desayunos (por ejemplo un bizcocho que dan con cada café) y el almuerzo, porque aunque no hay carta, en la barra nunca faltan la tortilla, unos callos, otro de sus clásicos, oreja, picadillo o ensaladilla. Lo suyo es la comida castellana, la de toda la vida. Él está en los fogones, Diana atiende a las mesas y echa un cable en la cocina y el padre de David, José Luis, está en la barra. Todo queda en familia.

Abren de martes a domingo, con dos horarios. De martes a jueves, de 6.30 a 22.00 y de viernes a domingo, de 7.00 a 17.00 horas, «por aquello de conciliar con las hijas». Así que no dan cenas. Con una capacidad para entre 25 y 30 personas en su comedor y otras 12 en unas mesas en la zona de la barra, llama la atención la puerta abierta de la cocina, «genera confianza en la clientela». Una clientela del barrio y cada vez más de fuera: «Nos viene mucha gente también de paso, que ven las críticas en internet. Todo ayuda.Ahora hemos sido recomendados por Restaurant Guru».

Calamar a la plancha, callos, cocido, carrilleras estofadas al vino tino... y por encargo, «lo que pidan. Tiene mucho éxito el arroz con bogavante, que sale a 18,5 euros por persona; y la tarta de queso, aunque hay otros postres que muchos se pierden».