La Policía Nacional detuvo a un joven de 16 años en Valladolid por los delitos de corrupción de menores y child grooming (acoso con intención sexual utilizando las TIC a una niña menor de edad). 

La operación "Arcturus" se inició a raíz de una denuncia que se interpuso en el mes de abril del 2023 en la Comisaría de Distrito de Las Delicias de Valladolid. Una madre, en compañía de su hija de 13 años de edad, manifestaba que tras contactar la menor con un usuario de una conocida red social y tras ganarse su confianza, ésta le mandó una fotografía en la que aparecía en ropa interior. Tras lo cual el acosador le amenazó con divulgar dicha fotografía si no le mandaba imágenes desnuda, a lo que la víctima finalmente accedió por miedo a que cumpliera sus amenazas, enviándole varias fotos completamente desnuda y de sus genitales.

Los hechos se prolongaron durante dos meses, momento en el que la niña dejó de enviarle fotografías y tras bloquear al acosador, éste cumplió sus amenazas haciendo públicas imágenes de la menor de carácter íntimo subiéndolas a distintas redes sociales, alcanzando una gran difusión entre amigos, conocidos y compañeros de su Instituto. Esto ocasionó un gran estado de ansiedad en la víctima quien comunicaría lo ocurrido tanto a la Jefatura de estudios de su centro educativo como a su madre.

El Grupo de Ciberdelicuencia procedió a comprobar los hechos denunciados, observando que el perfil que utilizó el autor era totalmente anónimo, sin ningún tipo de dato personal que pudiera llevar a su identificación, por lo que inició la correspondiente investigación por un delito de "child grooming" que se vio dificultada por el hecho de que había dejado de tener actividad.

Tras casi un año de indagaciones y numerosas investigaciones, se consiguió identificar plenamente al autor de los hechos, tratándose de un joven de 16 años que residía también en Valladolid. Por todo ello se estableció el oportuno dispositivo en torno a su domicilio y se procedió a su detención el día 10 de abril, siéndole intervenido el teléfono móvil del que era usuario.

Tras un análisis de dicho dispositivo se encontraron evidencias de su implicación en los hechos, siendo corroborado por el mismo en su declaración en presencia del letrado que le asistía y uno de sus progenitores, reconociendo ser el autor del perfil investigado y de las conversaciones mantenidas con la niña.