El matrimonio del caso de violencia de género de la urbanización Santa Ana se encontraba en trámites de separación y, además, en situación de confinamiento domiciliario, después de que ambos hubieran dado positivo por covid-19, tal como informa Efe.
El subdelegado del Gobierno en Valladolid explicó durante el acto de repulsa del crimen que la pareja compartía la misma vivienda pero estaban separándose y que allí también vivían sus dos hijas, de 18 y 16 años.
Asímismo, Emilio Álvarez apuntó que la Policía sigue tomando declaración a allegados y vecinos para intentar tener toda la información posible y esclarecer lo ocurrido, a la espera de poder interrogar al presunto autor material del asesinato, que permanece en el módulo penitenciario del Hospital Clínico, después de que se autolesionase tras atacar a su mujer en el domicilio de la calle Montreal, según la información recogida por Europa Press.