«Hemos encontrado una solución que permita llegar a primera hora a Madrid», anunciaba Óscar Puente el viernes 5 de abril a los usuarios de Salamanca y Medina del Campo. Lo hizo a través de un mensaje en su intensa cuenta de X (antes Twitter), cuando los afectados ya acumulaban unas cuantas semanas de nervios tras conocer que la reorganización que había planificado Renfe a partir del 8 de abril, por las obras de ampliación de la estación de Chamartín, conllevaba la eliminación temporal (hasta julio como poco) del tren que les permitía llegar a la capital a las 8.05. La opción más temprana se demoraba así a las 9.25, y «hay gente en Medina que ya estaba buscando piso en Madrid para llegar a tiempo al trabajo», relata el presidente de la Asociación de Usuarios de AVE de Castilla y León, Carlos Perfecto, que por un lado valora la intervención del ministro de Transportes, «que seguro que ha tenido que ver» en la rectificación del ente ferroviario, y por otro afea las formas y los tiempos. «Después de que Renfe nos dijera en una reunión el 25 de marzo que era imposible mantener ese tren, nos enteramos de que esto se solucionaba por Twitter y a sólo tres días de la fecha en que se iba a suprimir», resume. «Un buen ejemplo de tensión innecesaria e indecente por lo que venimos criticando de la deficiente gestión y comunicación por parte de Renfe», a la que este colectivo demanda «más iniciativa y diálogo» para abordar, sin ir más lejos, los «problemas» que sufre el corredor entre Valladolid y Madrid.
Cierto es que, con lo de Medina, se ha resuelto el problema más urgente derivado de la reorganización iniciada el pasado lunes, ya que al final se queda una oferta parecida de frecuencias. En la misma fecha se estrenaba además un Avlo (primer servicio público AVE de bajo coste en Castilla y León) con un viaje diario por sentido entre Valladolid y Madrid (aparte de conectar con Alicante a la ida y con Murcia como estación de origen a la vuelta); aunque, más que sumar una conexión extra, de momento suple otras que se quitan, salvo los sábados, que ganan una de ida y dos de vuelta.
Esta semana, de hecho, ha circulado un tren de ida menos que antes entre el lunes y el jueves: 26 en lugar de 27 por jornada, por la eliminación de dos Alvia o AVE a la vez que entraba el Avlo. La próxima será igual, y coincide que la empresa privada Ouigo estrenará sus dos conexiones diarias por sentido el 18 de abril, con lo cual del lunes 22 al jueves 25 los vallisoletanos tendrán dos más que antes de la reorganización; aunque la ganancia se quedará en una desde el lunes 29, al quitar Renfe entonces un Intercity.
Los viernes, mientras, se han quedado con dos frecuencias menos de ida a Madrid (incluida la del Avant de las 16.22) que se verán compensadas por Ouigo cuando empiece; de vuelta sí se ganarán dos.
Asimismo, los sábados tienen ahora una más de ida y dos más de vuelta, aparte de las que aportará la compañía francesa. Y los domingos, con las mismas de antes por parte de Renfe, más las dos de Ouigo.
Claro que podía haber sido peor porque,según la programación que mantenía Renfe al inicio de esta semana, apuntaba a suprimir más Avant en sentido Madrid: a partir del 27 de abril quitaba el de los sábados a las 21.03, y a partir del 29 el que sale de lunes a jueves a las 9.25. El Día preguntó por ello a Renfe el martes y recibió respuesta el jueves, cuando ya volvían a aparecer estos servicios. Lo atribuyó a una demora puntual en la publicación de una programación que, en principio, según había informado en marzo, estaba disponible al completo hasta el 6 de mayo.
Falta de plazas en los Avant y previsión de mejora tras las obras en Chamartín
La falta de plazas para cubrir la demanda en horas punta es un problema reconocido por Puente que los usuarios ya empezaron a denunciar en otoño y que, según el presidente de este colectivo, «se ha ido complicando más», con servicios Avant que suelen colgar el cartel de completo «con tres y cuatro semanas de antelación». No en vano, actualmente hay casos puntuales a más de un mes vista.
«La reserva de billetes es un estrés constante», advierte Perfecto, quien lamenta además que muchos de esos trenes viajan virtualmente llenos pero con asientos vacíos por ser AVE, Alvia o Intercity sin una reserva mayor de plazas sinergiadas para su uso como servicio Avant. «Sabemos que actualmente no hay material rodante suficiente para ampliar la oferta, pero la que hay se podría gestionar mejor», subraya; aparte de recordar que la app de Renfe, «cinco ministros después, sigue fallando y cayéndose con frecuencia».
Renfe, consciente también de que muchas plazas se pierden por usuarios que reservan de más y luego no cancelan, empezó a aplicar nuevas «medidas antifraude» el 1 de marzo para «fomentar el buen uso de los abonos». Sin embargo, la asociación de usuarios critica que paguen justos por pecadores al penalizarse desde entonces las cancelaciones con menos de 60 minutos de antelación, o impedir que se pueda coger otro tren hasta tres horas después de haber perdido uno. Es decir, que si se reserva plaza para volver a Valladolid en el Avant que sale de lunes a jueves a las 18.45 pero no se cancela ni se utiliza, el afectado se puede olvidar de los siguientes, dado que el último es el de las 21.30.
Entretanto, Renfe está a la espera de que Talgo termine de entregarle los trenes de la serie 106 (también conocidos como Avril) que le encargó para poder ampliar su flota. Ya en el comunicado que difundió el 8 de marzo, para anticipar la reorganización del 8 de abril, recordaba que su plan era haberla abordado «con los nuevos trenes en circulación, según la fecha que Talgo había comprometido», lo cual «habría permitido incrementar aún más la oferta de plazas». Pero esta semana ya ha entregado las primeras unidades, y aunque se van a destinar a Asturias y Galicia, los hay que tendrán parada enValladolid, que a su vez podrá beneficiarse de la reubicación de otro material rodante ya en uso.
De esta forma, según las fuentes consultadas por El Día, la mejora real de la oferta llegaría a Valladolid tras las obras de Chamartín, que se prevén terminar en julio.
Otro tema que preocupa a los usuarios es la caducidad del descuento estatal del 50% en los abonos. El 25% extra que aporta la Junta se aprobó para cuatro años, pero el del Gobierno expira el próximo 31 de diciembre, de ahí que la asociación haya propuesto un «abono laboral» que dé continuidad a precios asequibles a partir de 2025 para quienes viajan de manera regular por trabajo. «No queremos que pase como con el tren de Medina, o con tantas otras cuestiones antes, y que lleguemos a los últimos días del año sin saber qué va a pasar con esto», advierte Perfecto. «Puente, siendo alcalde, nos llevó de la mano a la primera reunión que tuvo la asociación con Renfe, y siendo ministro nos recibió en enero. Es usuario habitual y con él sí hay diálogo, pero falta rematar», concluye.