Varias furgonetas de Amazon han aparecido este sábado con pintadas de protesta como consecuencia del conflicto laboral desatado al haber prescindido de una subcontrata de Valladolid, Passion for Deliveries, abocada por ello al despido de una treintena de repartidores. La cifra de vehículos afectados no ha trascendido, aunque se han visto al menos dos en los aledaños del estadio José Zorrilla y uno en el parking del centro comercial Río Shopping.
En las pintadas, realizadas con spray, puede leerse 'explotador' en letras de gran tamaño que abarcan la mayor parte del lateral.
El conflicto laboral se ha recrudecido después de que Amazon decidiera adelantar a este pasado viernes su ruptura con Passion for Deliveries, que en principio había comunicado que se haría efectiva tras la jornada del 31 de marzo. Los repartidores llegaron a presentarse en la nave para recoger paquetes, pero el personal de seguridad les cortó el paso. Se precipitó así la ruptura, también después de que los afectados, durante su jornada del jueves, colocaran carteles en las furgonetas y empezaran a repartir escritos entre los clientes, a la vez que les entregaban sus paquetes, para darles a conocer su situación.
Furgonetas de Amazon con pintadas de protesta.Passion for Deliveries considera que en su relación con Amazon se ha incurrido en cesión ilegal de trabajadores, supuesto recogido en el Estatuto de los Trabajadores cuando los afectados están contratados por una empresa pero dependen de otra en un nivel que se pueda entender excesivo para una contrata legal. Y en ese sentido, reclama al gigante logístico que asuma responsabilidad subsidiaria sobre estos empleados y cargue con sus indemnizaciones por despido o los subrogue a cualquiera de las otras dos subcontratas que trabajan para la plataforma logística en Valladolid, "ya que la actividad sigue existiendo, se siguen teniendo que cubrir estas rutas y Amazon está haciendo contrataciones a través de esas otras empresas", asegura su CEO, Francisco Vázquez, quien este sábado subrayaba a El Día de Valladolid que no estaba "al tanto" de tales pintadas, que reconoció "agresivas".