El obispo Aurelio García Macías dará este mismo viernes un aldabonazo en las conciencias de los fieles con el pregón de la Semana Santa vallisoletana en la Catedral. Este tradicional acto supondrá el inicio de las actividades religiosas que desembocarán en la Semana de Pasión, aunque irán acompañadas de actividades culturales y turísticas para impulsar la llegada de visitantes en unas de las fechas más importantes para la actividad de la capital.
Tanto la Junta de Cofradías como el Ayuntamiento miran al cielo y a las previsiones meteorológicas con el deseo de que las temperaturas acompañen durante esos días y desaparezcan las lluvias, tras un mes de marzo que ha ido encadenando borrascas y el recuerdo de la Semana Santa de 2024, en la que el agua caída obligó a suspender la mayoría de las procesiones.
Miguel Vegas, presidente de la Junta de Cofradías de la Semana Santa de Valladolid, insiste en que la gente está expectante y temerosa con el tiempo, por lo que hasta última hora quizás no puedan verse los resultados del esfuerzo realizado para la atracción de visitantes nacionales. La llegada de turistas internacionales ahora mismo casi no se contempla, al menos de una forma importante, por la experiencia de los años pasados.
Las esperanzas están puestas en el mercado español, en especial en las personas procedentes de la Comunidad de Madrid. Junta de Cofradías y Ayuntamiento han realizado un esfuerzo especial este año con una potente presentación de la Pasión vallisoletana en la capital de España. Vegas afirma que, aunque aún es pronto para comprobar su resultado, se está viendo un incremento importante de visitantes procedentes del territorio vecino en la venta de asientos para la Procesión General del Viernes Santo. Desde luego, las cofradías tienen claro que Madrid es el principal emisor de visitantes y de ahí las campañas institucionales en esa comunidad.
No obstante, uno de los objetivos en los que están empeñados la Junta de Cofradías, junto a las instituciones vallisoletanas, es el incremento de las pernoctaciones. Vegas explica que no es necesario 'vender' la ciudad para el Jueves y Viernes santo, pues los hoteles prácticamente ya están llenos para esas fechas, sino que lo importante es potenciar el resto de días de la semana. Así, el esfuerzo ahora va dirigido a atraer visitantes el martes con la procesión del Encuentro de la Santísima Virgen con su hijo en la calle de la Amargura o el miércoles santo con el Vía Crucis Procesional.
Este periódico ha podido comprobar que la ocupación hotelera supera el 90 por ciento para el Viernes Santo y llega al 85 por ciento durante el día anterior, sin embargo el sábado ya desciende hasta un 75 por ciento y aún hay muchas plazas para el resto de la semana. Precisamente, las pocas habitaciones aún libres para los días centrales tienen unos precios desorbitados, que incluso llegan a superar los 300 euros por noche.
Reorganización procesional.
Para lograr este impulso turístico que necesita la Semana Santa de Valladolid también es necesario una reorganización de los actos religiosos, fundamentalmente de las procesiones que salpican las calles y plazas de la capital desde el Viernes de Dolores hasta el Domingo de Resurrección.
Vegas considera necesario que las cofradías inicien un diálogo sobre un nuevo modelo para la Semana Santa. «La idea sería que todas las cofradías tuvieran una procesión particular, la estación de penitencia ante el santísimo el Jueves Santo en la Catedral y la Procesión General de la Pasión el viernes. Y las que mantienen alguna otra por tradición, pues que la mantengan», explica el presidente de la Junta de Cofradías, que reconoce que algunas tienen cinco o seis salidas y no se da siempre la mejor imagen en todas ellas.
Una opción de modelo que gusta al representante cofrade es hacer dos procesiones fuertes por día, «quizás una de tarde y otra de noche» y organizar coordinadamente la estación penitencial en la Catedral para evitar el 'atasco' que se formaba hace unos años y que puede solucionarse cuando se ejecute el plan director de la seo y pueda entrarse por la puerta principal y salir por la de Santa María o al revés. «La dificultad de hacer una carrera oficial el Jueves Santo, que en algún momento se ha planteado, es que los pasos salen con andas y no con ruedas, lo que hace inviable alargar aún más algunos recorridos procesionales que ya son inmensos, para pasar por la Plaza Mayor o calle Santiago», indica.
Cuidar la cantera.
La Semana Santa en la ciudad pone en la calle a cerca de 13.000 cofrades (una cifra que casi se reduce a la mitad de los que había a principios de siglo) de una veintena de hermandades. Por este motivo, Miguel Vegas ve necesario un planteamiento para acercarse a los niños, que deben ser quienes garanticen la continuidad de esta tradición vallisoletana.
Ciertamente, ya existen en la actualidad varios centros escolares donde se realizan actividades en estas fechas cercanas a la Semana Santa e incluso se organizan procesiones infantiles, en las que incluso los más pequeños desfilan con el hábito de alguna de las cofradías en el patio del colegio. El presidente de la Junta de Cofradías considera imprescindible este acercamiento a la población infantil, pero hace un llamamiento a estudiar cómo debe hacerse y qué actividades serían más convenientes.
Una de ellas, que seguramente se incorporará para el próximo año, será el lanzamiento de una colección de cromos sobre la Semana Santa vallisoletana que llevará a cabo la empresa andaluza HolyCards Publicaciones, algo que ya se ha anunciado en Salamanca para el próximo otoño y que ya disfrutan en Zamora, Cadiz, Almería o Granada, entre otras ciudades con tradición semanasantera.
Finalmente, mientras los cófrades ya planchan sus hábitos para acompañar en las procesiones a sus veneradas imágenes, Vegas comenta las dificultades organizativas de una Semana Santa como la de Valladolid, con tantos recorridos por el centro y barrios de la capital. De hecho, hasta una decena de servicios municipales se tienen que coordinar para la organización de los desfiles procesionales, que prácticamente ya se generalizan a partir de este fin de semana, aunque será el Viernes de Dolores cuando ya los cofrades se echen a la calle.
Solo queda mirar al cielo y rezar para que este año no se parezca a 2024 y respete la tradición.