Las agresiones al personal sanitario han alcanzado tal magnitud en los últimos años que desde la Administraciones y desde las asociaciones de profesionales se han visto obligados a poner en marcha campañas para intentar evitarlas. En todos los centros se pueden leer carteles con el mensaje 'Espacio de respeto' para recordar a pacientes y acompañantes la importancia de respetar a estos profesionales, independientemente del nerviosismo o frustración que experimenten los que hacen uso de estos recursos sanitarios.
Y, pese a todo, los incidentes se siguen registrando todas las semanas. Según los datos que ha hecho públicos este viernes la Consejería de Sanidad, el año pasado se produjeron 175 en los que resultaron agredidos 195 profesionales, 128 de ellos en el área de salud este y 67, en el oeste. Este volumen de agresiones supone un descenso del 18,5% respecto a las 239 que se registraron en Valladolid el año anterior, pero sigue estando por encima de las 180 y 163 de los dos años previos. En lo que se refiere a Castilla y León, el número de trabajadores agredidos en los centros de Sacyl ascendió a 775, frente a los 793 registrados el año anterior (-2,3 %), en un total de 698 incidentes acumulados (678 en 2022), según los datos analizados en la reunión de la Sección de Agresiones al personal de centros sanitarios del Observatorio de la Comunidad.
La categoría más afectada por estos incidentes son las enfermeras, que acumulan un 37% de las agresiones, frente al 35% de los médicos, en 15,2% de las auxiliares de enfermería, el 6,5% de administrativos y el 3% de celadores. Por sexos, las muejres siguen siendo, con mucha diferencia, las más agredidas: un 86,7% de los casos.
Menos físicas, más verbales
Los datos también demuestran que las agresiones físicas han descendido notablemente (-43,5%), frente al aumento del 6,4% de las verbales, que en muchas ocasiones ni siquiera se contemplan como una agresión por parte de pacientes y acompañantes.
En cuanto a las causas registradas como posibles desencadenantes de la agresión, el balance de 2022 indica que en primer lugar se encuentra una disconformidad con la atención recibida, seguida por no atender sus demandas -por ejemplo pedir una baja-. Otras causas que aparecen se refieren a disconformidad con el trato (por ejemplo el tiempo de espera), conductas problemáticas o adicciones del paciente (las dos últimas suman casi dos de cada diez incidentes), informa la Junta de Castilla y León.
Sentencias y sanciones
Por otro lado, el Observatorio ha analizado los datos referidos a la actividad judicial y administrativa frente a los agresores. Así, las agresiones a los trabajadores de SACYL acumulan desde 2005 un total de 275 sentencias judiciales condenatorias y otras 228 resoluciones sancionadoras de tipo administrativo, según los datos actualizados por la Gerencia Regional de Salud.
El Código Penal introduce todos los supuestos de agresión, empleo de violencia o amenazas graves sobre el profesional sanitario, reflejando que se considerarán actos de atentado los que se cometan cuando el trabajador se halle en labores de su cargo, en el ámbito de la asistencia sanitaria pública, con penas para el agresor de uno a cuatro años.