Vivimos en un momento histórico en el reina el pesimismo, la incertidumbre y la confusión. Los telediarios y medios de comunicación en general apenas dan buenas noticias desde que el coronavirus entró en nuestras vidas, se llevó por delante miles de vidas y dejó la economía hecha unos zorros. Una compleja situación en la que hay que afrontar el futuro con optimismo, vencer el pesimismo latente en la sociedad y tener la certeza de que no hay mal que dure cien años.
En un contexto económico muy complicado, en el que el número de parados se acerca ya a los cuatro millones (3.773.034 personas en el pasado mes de julio) sin contar la cifra de asalariados afectados por ERTEs que llegó a dispararse a casi 1,9 millones de trabajadores, hay un buen número de emprendedores que se están planteando montar su propio negocio para salir de esta crisis con una empresa propia que garantice su futuro.
Las cosas no están bien y montar una nueva sociedad es un riesgo que se debe afrontar con valentía, pero con sensatez para no caer en la ruina. El empresario Warren Buffett decía que «la regla número uno de los negocios es no perder dinero y, la número dos, no olvidarse nunca de la primera».
Para muchos expertos, en el autoempleo no se trata solo de sobrevivir a la crisis, sino de verla como una oportunidad en la que hay que ver las fortalezas de un proyecto, su viabilidad, los aspectos positivos y saber que esto es una crisis temporal, sin olvidar las debilidades y un estudio serio de mercado que, al menos, informe positivamente de que el negocio va a ser rentable a medio plazo.
En este sentido, los economistas sostienen que «mientras unos lloran, otros aprovechan para vender pañuelos», algo similar a lo que ha ocurrido con China, que después de ser el origen del coronavirus, sus industrias se han puesto a funcionar al máximo para vender al resto del mundo EPIs, mascarillas, respiradores,... e, incluso, están convencidos de que su vacuna reportará enormes beneficios económicos a su industria farmacéutica.
Los emprendedores que han vivido tanto la crisis financiera de 2008 como la de las puntocom de 2002, como esta que ahora arrasa a economías como la española, considera que lo importante es no dejarse llevar por el desánimo y ser conscientes de que, en momentos así, es cuando surgen precisamente las grandes oportunidades.
Está demostrado que grandes gigantes de internet surgieron precisamente de momentos de necesidad, como ocurrió con Airbnb y la demanda de los particulares de poner en valor sus inmuebles vacíos, o la plataforma de videollamadas Zoom que se comenzó a utilizar de forma masiva durante la cuarentena y no ha parado de crecer y su capitalización bursátil llega ya a 63.121 millones de dólares, lo que significa duplicar a firmas como YPF y a Tinder, la app para conocer gente. En cinco años, veremos grandes start up que habrán surgido al hilo del coronavirus y experimentarán avances exponenciales.
En este sentido, los negocios que se crearán y consolidarán tras la pandemia serán los que miren al futuro y los que se a anticipen a cómo va a ser la sociedad del futuro y qué papel queremos jugar en ella. Los nuevos emprendedores saben que las start up son unas grandes gestoras de la incertidumbre y las compañías que serán capaces de satisfacer las nuevas necesidades que se planteen en un mundo global.
Entre las nuevas tendencias marcadas por la COVID destacan el social distancing y las nuevas formas en las que las personas se van a relacionar y comunicar, lo que va a suponer un boom para herramientas, como el teletrabajo, el elearning y las videoconferencias
En este sentido, muchos negocios que encaraban la transformación digital a medio plazo pisarán a partir de ahora el acelerador y utilizarán internet para comercializar más que nunca sus ventas.
Reinventarse
Ante la gran pregunta de si es el momento más oportuno para abrir un negocio en estos tiempos de dificultades, es preciso fijarse antes en como una buena parte de las empresas han tenido que reinventarse durante esta crisis, pasando de un tipo de producto o servicio analógico o presencial a otro digital. Muchos negocios que no tenían ni página web han tenido que recurrir por necesidad al comercio electrónico y vender por internet y por las diferentes plataformas online que han surgido en los últimos meses.
Los expertos consideran que es una excelente oportunidad para los nuevos negocios de internet y para otros relacionados con la salud, el bienestar, la seguridad ante la aparición nuevos productos que antes no existían o no se vendían tanto como, por ejemplo, material sanitario, de seguridad y todo tipo de servicios que se comercializan . Lo que más se valora en estos momentos es ingenio para analizar el entorno y descubrir esas oportunidades que se brindan en esta nueva forma de economía que ha llegado.
En definitiva, para crear una nueva empresa siempre es un buen momento, porque una buena idea va a ser rentable si los números están bien hechos, hay un estudio de mercado y se cuenta con la demanda suficiente de un público objetivo.