El IOBA investiga cómo evoluciona la retinosis pigmentaria

Ical
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Este sábado, Día internacional de la Enfermedad, se presentarán en Valladolid los avances del estudio, que aborda la influencia del estrés en el avance de la enfermedad

Uno de los laboratorios del IOBA dentro del campus Miguel Delibes de la UVa. - Foto: J. Tajes

El Instituto de Oftalmobiología Aplicada de Valladolid (IOBA) y la Asociación Castellano-Leonesa de Retinosis Pigmentaria (Aclarp) están llevando a cabo un proyecto de investigación sobre la relación entre el estrés y la evolución de la patología rara de la visión. Esta situación afecta a uno de cada 2.500 castellanos y leoneses, y unas 20.0000 personas en toda España, que perciben una relación entre su nivel de estrés y el empeoramiento en su capacidad visual.

Los primeros resultados del estudio se darán a conocer en un encuentro organizado por Aclarp el sábado, 28 de septiembre, Día Internacional de la Enfermedad, en el Centro Cívico Juan de Austria Valladolid. En los últimos años se han empezado a utilizar medidas objetivas (biomarcadores) que podrían suponer un paso muy importante para iniciar en estos pacientes tratamientos encaminados evitar el deterioro de su calidad de vida. Es lo que pretende la investigación que estudia la validación de biomarcadores de estrés crónico en saliva, lágrima y pelo, en pacientes con retinitis pigmentosa.

“La finalidad del proyecto es identificar moléculas, potenciales biomarcadores, específicamente implicados en el estrés, en la aparición o agravamiento de patología retiniana y genéricamente implicados en la inflamación u oxidación que pudiesen servir como predictores de progresión de enfermedad o de respuesta al tratamiento en pacientes con distrofias retinianas, fundamentalmente en retinitis pigmentosa”, señaló el investigador Salvador Pastor- Idoate, del IOBA.

“Los potenciales biomarcadores que encontremos contribuirán a una mejor y más temprana identificación de los pacientes en riesgo de ser susceptibles a tener mayor estrés y como consecuencia de ello peores resultados funcionales y empeoramiento de la enfermedad, con el fin de guiar acciones para minimizar su impacto sobre la capacidad funcional de los pacientes”, agregó el investigador.

Sin tratamiento

La retinosis pigmentaria o retinitis pigmentaria es una de las llamadas enfermedades raras de la visión, que no tiene tratamiento y que conduce progresivamente a la pérdida de la visión periférica, ceguera nocturna y finalmente a la ceguera total. Es la primera causa de ceguera de origen genético en la población adulta. Es más frecuente en varones afectando (60 por ciento hombres y el 40 por ciento mujeres).

“Es de origen genético y provoca una degeneración progresiva de las células del ojo sensibles a la luz (fotorreceptores) lo que conlleva la pérdida paulatina de la visión, en un avance imparable que causa mucho dolor e incomprensión social, además de problemas legales para obtener la incapacidad, porque a simple vista parece que no tenemos ningún problema, pero no somos capaces de ver lo que hay a nuestro alrededor”, señaló Alfredo Toribio, presidente de Aclarp y miembro de la Junta directiva de la Federación Nacional de Afectados.

Para reivindicar más investigación y concienciación, se ha organizado una jornada en la que se darán cita personas afectadas por esta enfermedad de Castila y León, además de investigadores que mostrarán los avances para el tratamiento de esta enfermedad, con motivo del Día Internacional que se celebra el último domingo del mes de septiembre

“Creemos que se están haciendo esfuerzos pero no son suficientes porque vemos como muchas personas que han sido diagnosticadas de la enfermedad hace años, muchas de ellas jóvenes, siguen esperando un tratamiento que detenga el avance para no llegar a la ceguera”, señaló Alfredo Toribio.