Valladolid es la provincia con más galgos abandonados

R.G.R
-

Un informe pone de manifiesto que 900 animales fueron acogidos en un solo año por una protectora. Llegan animales de todas las provincias de la Comunidad. Desde el partido político Pacma advierten de la precariedad existente en estos centros

Tres galgos se recuperan junto con un miembro de una protectora.

Valladolid encabeza el abandono de galgos en España. Al menos así lo pone de manifiesto un informe  elaborado por el partido Pacma que refleja que en la provincia se rescataron 900 galgos y animales de caza durante el año 2019. Una cifra que está por encima de todos los casos que se recogieron en comunidades inminentemente galgueras como Castilla La Mancha, donde se atendió a 768 animales. El estudio refleja que la Protectora Scooby de Medina del Campo es uno de los principales focos de atención de este tipo de perros, donde llegan animales procedentes de todas las comunidades autónomas. «Es una zona muy galguera y se recogen muchos perros por el gran abandono existente», comenta el miembro de la Junta Directiva del Partido Animalista Pacma, Javier Luna. 

En España hay 769.551 licencias de caza y el 85 por ciento del territorio es cinegético. El Partido Animalista ha elaborado un informe con los datos de 98 protectoras de varias comunidades autónomas. «Solamente esta muestra simbólica de asociaciones rescató a 5.588 galgos y a otros 3.000 perros de caza en 2019». Entre todos estos casos, Valladolid atendió casi uno de cada cinco de estos animales. Javier Luna indicó que ya no se producen los abandonos de forma masiva una vez que acaba la temporada de caza, sino que se ha extendido a todos los meses del año.  

El Partido Animalista lleva tiempo denunciando el abandono de miles de perros utilizados por los cazadores al finalizar la temporada de caza. «Febrero es conocido como el mes más negro para los galgos, porque son abandonados en masa al terminar dicha temporada, pero cada vez son más a lo largo de todo el año». 

 «Varias protectoras han pedido mantener el anonimato para protegerse de posibles asaltos, ya que, aseguran, no es la primera vez que entran ilegalmente en sus instalaciones para robar galgos y otras razas que emplean los cazadores», destacan. Luna indicó que muchos galgueros tienen una media de diez animales y que, posteriormente, «solo se quedan con uno». Esta circunstancia, explica, tiene como consecuencia un mayor abandono en el número de animales. 

Desde el Partido Animalista critican que «las administraciones y partidos políticos arrojen cifras falsas para blanquear la violenta actividad de la caza, que mata a millones de animales cada año en nuestros montes y maltrata a miles de perros, empleados como herramientas y desechados cuando ya no resultan útiles».

En este sentido, señalaron que a este estudio habría que añadir todos aquellos animales que son sacrificados y los que van a perreras municipales y privadas ajenas a las protectoras. «Este estudio es solo una pequeña muestra».

Aportación económica. Desde el partido político animalista también quisieron expresar las dificultades existentes en las protectoras de animales para sacar adelante a los galgos durante el tiempo que permanecen en sus instalaciones. «Muchas sobreviven sin el apoyo de las administraciones y solo les llegan fondos por parte de las donaciones privadas y ahora con la crisis económica generada por la pandemia, cada vez llega menos».

Luna indicó también que el destino de estos animales son familias de acogida una vez que se recuperan, aunque suelen tardar medio año en hacer, tanto física como psicológicamente. Eso sí, manifestó que cada vez en mayor medida estos animales tienen como destino los Países Bajos, Francia y Suiza. «Son países que respetan mucho más a este tipo de animales y por eso cada vez existe una demanda mayor. Antes no se exportaban, pero ahora cada vez se hace más».