Sinopsis oficial
El improbable héroe, Mickey Barnes se encuentra en la extraordinaria circunstancia de trabajar para un empleador que exige el máximo compromiso con el trabajo... morir, para ganarse la vida.
La crítica -
Por Juana Samanes
Se esperaba con expectación la nueva película de su director, el coreano Bong Joon Ho, tras el increíble éxito de público y crítica de Parásitos (2019). Como en aquella no solo se pone detrás de la cámara sino que ejerce también de guionista, pero lo que ofrece en Mickey 17 es una propuesta de ciencia ficción que aborda temas serios de forma superficial pero con una crueldad que parece innata en la filmografía de este cineasta. La cinta se basa en la novela Mickey 7, de Edward Ashton
Mickey Barnes se encuentra en problemas en la Tierra con unos mafiosos, a los que no ha pagado sus deudas, por lo que decide embarcarse apresuradamente en una misión espacial que pretende instalarse en el planeta helado casi inhabitable Niflheim y explorar sus formas de vida. Pero para hacerse un hueco en ese codiciado pasaje firma un extraño contrato que le convierte en "prescindible" y que le exige morir para ganarse la vida y ser "impreso" de nuevo cada vez que esto ocurre. Se convierte de esta forma en un conejillo de indias sobre la resistencia humana al que algunos compañeros colonizadores respetan pero otros menosprecian
Nadie puede negar la originalidad de este relato que plantea una total deshumanización hacia seres que se considera prescindibles (algo que podría perfectamente extrapolarse a los fetos que se abortan a millares en el mundo) es decir, sobre los científicos capaces de investigar sin límites morales, pero también hacia los políticos demagogos (con un líder autoritario, interpretado por Mark Ruffalo que puede ser un remedo de Donald Trump). Todo esto se plantea en la primera hora de la película, narrada en primera persona y con un humor negro que provoca la carcajada. Pero a medida que avanza su desarrollo (posee un metraje de dos horas veinte minutos) la historia empieza a desinflarse convirtiéndose prácticamente en una auténtica "rayada" en la que no faltan unos alienígenas que recuerdan, en sus motivaciones, a los de la brillante La llamada, de Denis Villeneuve. Eso sí, resulta curioso un nuevo asunto que se formula en esa segunda hora de la película, la aparición de los Múltiples, cuando Mickey es "impreso" sin haber fallecido la versión anterior y que plantea, como ocurre en la clonación, que cada uno de esos seres tiene "alma propia", a pesar de poseer las mismas circunstancias físicas y mentales.
Clara resurrección del actor Robert Pattinson (saga Crepúsculo, Tenet), no solo de su personaje de Mickey sino interpretativa que pone toda la carne en el asador en su actuación. También para reseñar que formalmente la película es irreprochable puesto que ha contado con grandes profesionales como el director de fotografía Darius Khondji, la diseñadora de producción Fiona Crombie ( La favorita, Cruella ), el montador Yang Jinmo (Parásitos) o el supervisor de efectos visuales Dan Glass (Animales fantásticos: Los secretos de Dumbledore)