Luis Miguel de Dios

TRIGO LIMPIO

Luis Miguel de Dios

Escritor y periodista


Elecciones

14/02/2023

Con este titular no me refiero al maratón de comicios (y su sofocante bombardeo de noticias, mítines, etc) que nos espera este 2023, sino a las elecciones celebradas el domingo, las agrarias, esas que tan poco interés han despertado entre la ciudadanía, como si los problemas del campo no fueran con ella. Esa cita con las urnas, desarrollada con normalidad, sin incidentes, no ha cambiado el panorama anterior. Ha vencido ASAJA (44,82% de los votos) seguida por la alianza UPA-COAG (29,26%) y por la UCCL (24,6%). Además, ASAJA es la única que obtiene representatividad en las nueve provincias, mientras que la UCCL, pese a quedar en tercer lugar, ganó en Ávila, Burgos, Segovia y Valladolid. ASAJA tuvo que "conformarse" con vencer en León, Palencia, Salamanca y Soria y la alianza UPA-COAG solo fue la más respaldada en su feudo tradicional de Zamora. La participación alcanzó el 66,73%, dos puntos más que en 2018, lo que indica que los comicios sí interesaron, y mucho, al sector.

Y tras la jornada electoral y la aclaración de la representatividad de cada cual, queda, a mi juicio, lo vital: estrategia común y unidad, con sus lógicas diferencias, para buscar soluciones a los gravísimos problemas del campo castellano-leonés. Problemas que van desde la falta de rentabilidad (precios bajos, costes altísimos) hasta la escasez de relevo generacional, pasando por una PAC que mira más a cuestiones del Medio Ambiente que a las agrarias. Y sin olvidar otra "amenaza" para la producción: la invasión de placas solares y molinos eólicos en terrenos fértiles, en tierras productivas. Si todo se llena de estos artefactos (necesarios por otra parte), ¿habrá en el futuro agricultores y ganaderos?, ¿tendremos que importar todo lo que consumimos? No son preguntas exageradas; el peligro está ahí y ya son muchas las organizaciones que lo denuncian sin que las administraciones tengan una normativa (ni una idea) clara al respecto. ASAJA, UPA-COAG y UCCL se miden a un gran reto. Nada menos que defender el campo regional y tratar de asegurar su supervivencia. Y para ello, es básica la unidad de acción.