El corredor ferroviario que discurre entre Madrid y Valladolid, que suma 349 kilómetros, alcanzó un total de 4,9 millones de viajeros en el año 2018. De ese número, más de dos millones de pasajeros fueron transportados en la línea de media distancia Avant que cubren los trenes entre Madrid, Segovia y Valladolid. En ese sentido, el servicio Avant fue el segundo mayor trayecto por número de viajeros en media distancia, solo por detrás de la red convencional entre Barcelona, Girona y Cerbere.
Así se desprende del Informe de Supervisión del Mercado de Servicios Comerciales de Transporte de Viajeros por Ferrocarril correspondiente al año 2018, elaborado por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y recogido por la agencia Ical. Un estudio que también muestra que el corredor entre Venta de Baños (Palencia), León, Orense y Vigo sumó 12,6 millones de viajeros, de los que 4,1 millones pertenecieron a la línea entre Madrid y la localidad palentina. Supuso el 8,7 por ciento del total de la actividad en el conjunto de España, que estuvo liderada por el 20,6 por ciento del corredor entre Madrid y Barcelona, con 32,7 millones de pasajeros. El trayecto que une Madrid con Barcelona fue el más demandado, con más de cuatro millones de viajeros.
El corredor entre Olmedo (Valladolid), Zamora, Orense y Santiago alcanzó los 1,1 millones de pasajeros, el 0,6 por ciento del total, mientras que entre Madrid y Valladolid supuso el 2,5 por ciento.
Avión gana entre Valladolid y Barcelona
En el trayecto entre Valladolid y Barcelona, el número de viajeros en avión aumentó en 2018 un 11,3 por ciento mientras que cayó un 6,2 por ciento el de pasajeros por ferrocarril. La CNMC reconoce que el modo ferroviario sigue siendo testimonial en desplazamientos como los que unen Barcelona con Galicia o con Asturias. “En ausencia de prestaciones competitivas, la duración de los trayectos disuade el uso de esta alternativa de movilidad”, precisa.
En cambio, el ferrocarril resulta el modo predominante en los trayectos Barcelona-Valencia y desde Madrid a Valencia, Sevilla, Málaga y Alicante. En todos ellos, la cuota del ferrocarril superó el 80 por ciento en 2018.
En el caso del trayecto Madrid-Barcelona, su participación también permanece relativamente estable en el 63,5 por ciento para 2018. Por el contrario, en el 2018 el ferrocarril perdió posiciones frente al avión en trayectos transversales como el Andalucía-Levante, donde el número de viajeros por tren cayó un 1,2 por ciento, mientras que el modo aéreo incrementó sus viajeros en un 19,4 por ciento. Igual sucede en el trayecto Barcelona-Málaga, para el que el ferrocarril perdió cuota modal, con una caída del 4,3 por ciento de sus viajeros frente al avión que los incrementó un 13,6 por ciento.
El número de pasajeros de tren creció un 3,9 por ciento en 2018, con respecto al ejercicio anterior, hasta alcanzar los 507 millones de viajeros. Los servicios comerciales generaron unos ingresos de 1.459 millones de euros en 2018, un 3,3 por ciento más que en 2017; y desplazaron un total de 33,6 millones de personas. Dos de cada tres viajaron en alta velocidad.
El transporte de mercancías por ferrocarril creció en 2018 aunque sus ingresos totales se mantuvieron estables, entorno a los 296 millones de euros. Los operadores alternativos ganaron cuota de mercado, hasta el 41,5 por ciento en términos de tonelada-kilómetro neta. Si bien Renfe Mercancías siguió generando dos de cada tres euros del total, en 2018 perdió actividad y disminuyó ingresos.
El tráfico intermodal superó en importancia al tráfico de vagón completo y fue, además, la modalidad de servicio utilizada mayoritariamente por los competidores de Renfe Mercancías. El transporte de mercancías por ferrocarril estabilizó su cuota modal en el 1,8 por ciento del total de toneladas netas y el 4,3 por ciento en tonelada-kilómetro netas.